-Primero, tenemos que averiguar quién va a ser la próxima persona que va a dañar, porque dijo que yo sería la última, así que supongo que habrá gente de por medio- comenté.
-¿Qué hacemos después?
-Como pienso que la policía no va a hacer nada, no se lo diremos, le pagaremos con la misma moneda.
Asintió y una vez idea nos un plan estratégico para averiguar esto, fuimos a hablar con Beatriz para lo de Alexander.
Una vez le comentamos a Beatriz lo de Alexander, me dijo que sintiéndolo mucho, tendría que volver mañana con él después del funeral. Yo le di las gracias y subí a mi habitación junto con Liam.
-¿Te puedes quedar a dormir conmigo? - le pregunté-. No creo que pueda dormir por los nervios si tú no estás a mi lado.
-Claro, Oasis- me respondió y se tumbó a mi lado.
-Gracias por todo- le susurré antes de caer en brazos del morfeo.
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𝕃𝕚𝕒𝕞
Por la mañana, Eli y yo nos levantamos a la vez y bajamos a desayunar a la cocina.
Beatriz se había marchado hace media hora y nosotros todavía teníamos tres horas hasta que el funeral comenzara.
Una vez acabamos nuestras tortitas, nos vestimos de negro ambos y me dijo que fuéramos a un bazar, ha que tenía que comprar algo muy importante.
Así que como todavía quedaba una hora, fuimos caminando hasta el bazar más cercano.
-¿Qué necesitas comprar? - le pregunté a Eli.
-Es una sorpresa, ahora lo descubrirás- me respondió-. Es una cosa que hice cuando mi madre murió, por eso quiero seguir con la tradición.
Asentí y nos quedamos en un silencio cómodo, hasta que llegamos a la tienda.
Cuando llegamos, decidí quedarme fuera esperando para que Eli saliera.
Apenas pasaron cinco minutos, cuando vi como salía por la puerta con una pequeña bolsa en la mano.
Volvimos a casa y sacó las cosas de la bola, dejándolas en la mesa de la cocina.
Yo la ayudé y me fijé que había un globo blanco, un rotulador permanente dorado y un trozo de cuerda del mismo color que el rotulador.
Se guardó las cosas en los bolsillos junto unas tijeras y fuimos corriendo hasta el cementerio donde se realizaría el entierro.
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𝔼𝕝𝕚
Una vez llegamos, nos posicionamos al lado de Beatriz y nos sentamos a su lado, hasta que el discurso iba a comenzar.
Decidí que sería yo la que los hiciese, porque estoy segura de que Nayara lo hubiera querido así y nadie se interpuso en mi opinión.
Así que me levanté y fui hacia donde estaba mi hermana metida y me puse a su lado, sacando la hoja de papel que había guardado en el bolsillo del vestido.
-Querida Nayara - comencé diciendo-. No sé dónde estarás ahora mismo, pero sé que estés donde estés, me estas escuchando, por eso te leo esto. Lo primero que te quiero decir, es que has sido la mejor hermana que he tenido toda mi vida y que nunca te cambiaría por otra.
Las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejilla mientras continuaba.
-Quiero pedirte perdón, porque no pudimos estar juntas todos los días, ni cuando la otra se sentía mal, solo podíamos vernos una vez a la semana, y eso te entristecía mucho. Y lo entiendo, porque a mí también me dolía.
-Ojalá hubiera durado mucho más nuestro tiempo juntas, pero tu pérdida ha hecho que me dé cuenta de que hasta las personas que más amas, tarde o temprano se acaban marchando, de una u otra forma, pero nunca se quedan a tu lado.
No pude evitar solar unos sollozos y fijar mi mirada en mi hermana acostada con los ojos cerrados en aquella caja.
-Para mí tu eras la única estrella que brillaba en mi oscuro cielo. Eras la razón por la que me levantaba cada día, por la que decidía seguir adelante y por la que no me marché hace mucho tiempo.
-Tú pérdida siempre dolerá, pero se que es hora de decirte adiós, porque si no, nunca lo haré. Gracias por todo y te amamos Nayara.
Solté una última lágrima y me senté al lado de Liam, que me abrazó y yo me apoyé en su hombro cerrando los ojos para calmarme. Él me dió la mano y me la apretó con fuerza, indicando que estaba conmigo.
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Estuvimos todo el tiempo juntos, hasta que finalmente acabó y enterraron a mi hermana.
Finalmente, solo quedamos Liam y yo frente a su tumba, ya que Beatriz se había marchado junto con toda la gente.
Así que vi como un buen momento para sacar las cosas que había comprado.
Cogí el globo y lo primero que hice fue inflar lo, para que tuviera un buen tamaño.
Después, le até la cuerda y por último, cogí el rotulador y con letras grandes le puse exactamente la misma palabra que le puse a mi madre. "Nomeolvides"
Una vez terminé, le expliqué a Liam lo que íbamos a hacer.
-Cuando mi madre murió, no me pude despedir correctamente de ella, ya que yo era muy pejqela y no pude pasar al funeral- expliqué-. Pero un día después, mi padre me llevó al cementerio y me dió un globo blanco y me dijo que lo lanzara al culo para despedirme de ella y eso hice, pero también puse la palabra "nomeolvides " con rotulador, dando a entender que esté donde esté, yo nunca la olvidaré y espero que ella tampoco lo haga.
-Por eso lo hice con Nayara- dije después de estar unos segundos en silencio-.¿Quieres lanzarlo conmigo? - le pregunté.
-Pues claro, Oasis- me respondió y cogió un trozo de cuerda como yo.
-¿Lista? - me preguntó y yo asentí.
-Uno- dije.
-Dos- continuó él.
-¡Tres! - gritamos al unísono y lanzamos el globo al cielo.
Ambos nos tomamos sobre el césped y nos quedamos observando como el globo se alejaba cada vez más y más, hasta que desapareció de nuestras vistas.
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