Pudimos llevar a Eli al hospital a tiempo y por suerte ahora ya está mejor, solo tiene algunas heridas y moratones.
Estábamos en clase, cuando comunicaron un aviso por megafonía.
-Buenos días, alumnos- comenzó a decir el director-. Vengo a comunicaros que en una semana es la graduación de los alumnos de último curso. Es por eso que la noche anterior haremos un baile pre-graduación. A continuación, los profesores os entregarán un folleto donde viene todo lo necesario que tenéis que saber. -comentó-. Para confirmar vuestra asistencia, mandarle un correo electrónico a vuestro tutor. Gracias y buen día.
Ahí acabó el mensaje y nuestro profesor nos entregó los folletos.
En cuanto Eira y yo recibimos el folleto, no dudamos en mandar un correo a nuestro profesor para apuntarnos.
Habíamos acordado ir juntas al baile y después de clases hoy ir a comprar los vestidos.
Así que una vez dieron por finalizadas todas las clases, me despedí de Liam y fui con ella al centro comercial que había al lado de su casa.
Una vez llegamos, paramos en un restaurante para comer y nos pedimos unos tacos.
-¿Ya tienes una idea de cómo quieres que sea tu vestido? - la pregunté.
-No tengo muchas preferencias- respondió-. Lo único que quiero es que sea rojo.¿Y tú?
-La verdad es que no tengo ni idea- confesé-. Es el primer baile o fiesta al que voy.
-¿De verdad? - cuestionó sin creérselo.
-Sí- confirmé-. Nadie me había hablado y no había tenido ninguna amiga hasta ahora. Es por eso que siempre estaba sola.
-Ya nunca volverás a estar sola, me tienes a mí- me dijo y yo esbocé una pequeña sonrisa.
-Gracias- hablé dándole un fuerte abrazo, el cuál ella me aceptó con gusto. Una vez acabamos de comer, fuimos a una tienda de vestidos.
Al principio, no estaba encontrando ninguno que me gustara y Eira ya tenía algunas, así que decidí coger algunos al azar para probármelos para ver qué tal me quedaban.
Ambas fuimos a los probadores. El primero que me probé era rosa, estrechó y con manga corta.
Se lo enseñé a ella a ver que le parecía- sí, ella había visto mis Cortes porque se lo conté y no me ha juzgado, sino que me está apoyando-.
-¿Te gusta? - la pregunté dando un giro para que lo viera mejor.
-La verdad es que no- opinó- ¿y a ti?
-Tampoco- respondí y volví al probador de antes.
El siguiente que me probé fue naranja, esta vez con mangas largas, pero no me convencía nada. Estuve probandome un montón, pero no encontré ninguno que me gustara.
Eira ya había encontrado el que se iba a llevar. Era rojo y pegaba perfecto con su figura y su pelo.
Me iba a rendir y iba a volver si nada, hasta que vi el vestido ideal.
Era azul oscuro, amplio e iba sin mangas, pero no me importaba.
Me lo probé y en el instante en que me vi con él puesto, no dudé ni un momento en comprarlo.
Cuando acabamos los vestidos y zapatos, fuimos a por unos batidos.
Nos pedumos dos de fresa y plátano y estaban buenísimos.