𝕃𝕚𝕒𝕞
Cuando me levanté, vi que Eli estaba durmiendo abrazada a mí, así que la dejé descansar un rato más y yo me quedé mirando el techo.
Todavía no sabía porque ella salió ayer de su casa, pero decidí no preguntaría para no incomodarla.
Cuando noté que estaba despierta, me incorporé en la cama para saludarla.
-Hola, ¿cómo estás? - le pregunté nada más me miró con sus ojos esmeralda.
Ella no lo sabía, pero amaba sus ojos, era el toque que le daba a su aspecto físico. Para mi, ella era un Oasis, mi Oasis.
-Buenos días, bien- me respondió.
-¿Quieres bajar a desayunar? - pregunté-. No están mis padres- aclaré.
Asintió y bajamos a la cocina, donde allí desayunamos unas tostadas y un zumo de naranja.
Una vez terminamos, ella me dijo que se tenía que ir, así que fui hasta la puerta para despedirla allí.
-¿Estás segura de que no quieres que te acompañe a tu casa? - pregunté nuevamente.
-No, tranquilo. Iré escuchando música- respondió con una sonrisa en su rostro.
-Vale, cualquier cosa me avisas.
-Claro- murmuró-. Adiós, Liam.
-Adiós, Oasis- comenté y se marchó.
Cerré la puerta y subí a mi habitación. Me puse a estudiar y luego a tocar el bajo.
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𝔼𝕝𝕚
Fui todo el camino escuchando música y pensando lo de Oasis, creo que con eso se refería a mis ojos.
También, estuve pensando que iba a pasar con mi padre cuando llegaras mi casa, no le iba a hacer nada de gracia. Me amenazó y dijo que habría consecuencias, pero por mucho que quiera no puedo retrasar el momento. Cuanto más tarde fuera, peor sería así que llegué a "casa".
Abrí la puerta sigilosamente y la cerré con cuidado de que no emitiera ningún sonido.
Abrí la puerta de mi habitación y la cerré despacio. Cuando me dirigía al baño, para darme una ducha, alguien me tiró del pelo bruscamente haciendo que cayera al suelo.
Intenté levantarme, sin embargo esa persona me pegó una parada en el estómago haciendo que me retorcerme de dolor. Levanté un poco la mirada y ví que era mi padre el que me estaba golpeando.
-Pa... Para, por favor- supliqué en un sollozo. Me estaba quedando sin aire y él no paraba.
Me daba golpes sin parar, en las costillas, estómago y cara.
Cuando creí que iba a detenerse, se quitó el cinturón y en ese momento deduje lo que iba a pasar.
-La próxima vez- me susurró en mi oído-. Me obedeces y haces lo que te digo-. Dicho eso, elevó el cinturón y comenzó a golpearle sin control.
Yo grite, sollocé y supliqué que se detuviera, pero mis esfuerzos fueron en vano.
La sangre comenzó a brotar descontroladamente por mi cuerpo y yo no pude hacer otra cosa que quedarme echa un ovillo intentando peotegerme de los golpes.
Hubo un momento en el que parecía haber parado, intenté alejarme de él yendo al baño, sin embargo, no lo logré, ya que me pegó un puñetazo en la mandíbula haciendo que tosiera y saliera sangre de mi boca.
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C͜͡u͜͡a͜͡n͜͡d͜͡o͜͡ l͜͡a͜͡s͜͡ e͜͡s͜͡t͜͡r͜͡e͜͡l͜͡l͜͡a͜͡s͜͡ s͜͡e͜͡ a͜͡p͜͡a͜͡g͜͡a͜͡n
Romance𝐌𝐢 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐧𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐬𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐥𝐨𝐫, 𝐬𝐢𝐧𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐢𝐨. 𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐩𝐢𝐞𝐧𝐬𝐚𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐲 𝐫𝐚𝐫𝐚, 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐝𝐢...
