Capítulo 16 (Parte 1)

69 3 2
                                    

Ya disponible, en Spotify, la lista de canciones mencionadas, e inspiradas en los personajes: 

Ya disponible, en Spotify, la lista de canciones mencionadas, e inspiradas en los personajes: 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Puedo decir con seguridad que fue el mejor beso que tuve en años. Y ni siquiera por la duración, la intensidad. Sino por el sentimiento en sí: una mezcla de romance y nostalgia. Fue como si todo lo bello que vivimos volviese de golpe a recordarnos por qué empezamos a amarnos alguna vez; como si nunca hubiéramos salido de nuestros caminos.

Al terminar, se despegó, y me miró con los ojos abiertos demás. Tenía la cara rojiza. Como si apenas cayese en la cuenta de lo que había hecho. Me pidió disculpas. Yo solo le sonreí y le dije que no había de qué preocuparse.

Tal vez lo de caballeros hubiera sido explicarle que, desde que la vi por vez primera (después de años), muy en el fondo tenía el deseo de que nuestros labios volvieran a encontrarse. Pero, no me atreví; no quería que pensara que había estado siendo un desesperado.

Ese fue el único beso que nos dimos. Después, solo nos quedamos conversando. Incluso hubo momentos en los que ninguno supo qué decir. Aunque no diría que ese silencio estuvo incomodo. Fue hasta que una alarma en su celular sonó que las cosas dieron un cambio. Dijo que tenía que irse.

—Oh, sí, está bien. No te quito más tiempo —respondí.

—No lo digas así. A mí me gusta que podamos convivir un poco.

—La verdad a mí también.

Nos miramos a los ojos, mientras sonreímos. Aunque la conexión se cortó en seguida cuando volteó de nuevo al celular.

—Disculpa si suena mal, pero ya tengo irme. A esta hora ya debería estarme alistando.

—¿Vas a salir?

—Sí. A trabajar.

Sentí algo en el pecho.

No expresé emoción alguna el exterior. Más, por dentro, fue como si empezara a arder. Esto probablemente se lo hubiera podido ocultar a cualquiera. Pero, ella se dio cuenta de que algo estaba mal.

—¿Pasa algo?

—No, nada. ¿Por qué?

—Te pusiste tenso.

—Ja, ja. No. Es que... me acordé de que tengo que volver por algo a la oficina.

—Está bien. Bueno, ya me tengo que ir...

—Sí. Buenas noches.

—Buenas noches, Ale. Gracias por traerme.

Nos besamos las mejillas. Subí a mi asiento y prendí el auto. Escuché que la puerta de su casa se cerró.

Me quedé mirando hacia en frente antes de arrancar. Algunas cosas pasaron por mi cabeza: recuerdos de aquellas noches en el table dance.

Dejando afuera a la muchacha con la que me acosté, pensé en lo que sentí cuando estuve ahí: indiferencia —la primera vez— y estrés y miedo —la segunda—.

LO QUE ÉL NO TE DIO (Romance y tragedia)Where stories live. Discover now