Capítulo 7 (1)

117 7 2
                                    

Ya disponible en Spotify la lista de canciones mencionadas, e inspiradas en los personajes: 

Ya disponible en Spotify la lista de canciones mencionadas, e inspiradas en los personajes: 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Qué onda? ¿Cómo estás?

—¿Por qué no contestaste la otra noche? —dijo Isabela.

—¿Eh? ¿De qué hablas? ¿Cuándo?

—La semana pasada. El lunes.

—Ah, pues, estaba ocupado. ¿Por? ¿Estás bien?

—Sí... bueno... triste. Porque mi papá se fue, y te estaba llamando para que vinieras...

—Oh... Perdón. Estaba tan metido en el piano que no me di cuenta de que sonaba el celular.

—¿Qué estabas haciendo?

—Te digo que trabajando.

—¿Pero tan noche?

Tan noche. La inspiración llega cuando uno menos se lo espera. Y si no es eso, son las correcciones. Tranquila, ¿sí?

No dijo nada. Pero seguro que no me había creído. Casi pude ver su rostro tras el teléfono; la ceja levantada y los ojos entrecerrados, mientras dudaba en la veracidad de mis palabras.

Escuché cómo soltaba un suspiro.

—Está bien. Disculpa que suene tan desesperada. Pero es que, no contestas llamadas, no contestas mensajes. ¿Cómo quieres que esté? Te he extrañado mucho.

—Y yo a ti. No pienses mal. Lo siento, quise darte espacio. Creí que debía dejar que te concentraras en tus proyectos.

—No hace falta que me des espacio, Ale. Yo sabré qué hacer con mis tiempos y yo sabré cómo concentrarme en ellos.

—Bueno.

—¿Por eso estás prácticamente desaparecido? ¿De verdad?

—Bueno, por eso y porque llegó una artista nueva. Y ya sabes que me gusta enfocarme al cien por ciento en esto. Estamos trabajando muy duro, sin parar.

—Entiendo. Bueno, promete que me contestarás de ahora en adelante. Sin excusas.

—Está bien.

—Perfecto. Suerte con todo.

—Gracias, linda.

—Y, ¿cómo has esta...?

—Oye, perdón, pero debo irme. Estamos a mitad de grabaciones. Te llamo después, ¿sí?

—Sí, no te preocupes. Cuídate —dijo, de buen humor, y colgó.

Si no hubiera sido porque tenía el dedo justo donde el ícono de «contestar», no hubiera tomado la llamada.

Dos cosas me parecieron extrañas. La primera: que no me había vuelto a llamar desde el lunes que mencionó —como si al final se hubiera resignado a que no contestaría, hasta hoy—. La segunda: haber sentido que de alguna forma tenía que darle explicaciones.

LO QUE ÉL NO TE DIO (Romance y tragedia)Where stories live. Discover now