Capítulo 6 (Parte 2, final)

113 9 2
                                    

—No recuerdo el nombre. Tal vez mi mánager.

—¿Recuerdas la dirección?

—No... ni idea. El productor mandaba a alguien por nosotros.

—¿Productor?... ¿Hombre?

—Sí.

—¿Segura?

—Sí...

—Y... ¿no había alguna chica como de... ayudante?

—No. Ninguna chica.

—¿Ni aunque fuera solo conectando los micrófonos o los instrumentos?

—No.

—¿Ninguna chica de cabello negro, con ojos como de drogadicta, y con voz fea?

—¡Ale! —Elizabeth me dio un codazo.

—Ja, ja, no. De verdad no había ninguna chica.

Nos dijo el nombre del productor. Para nuestra sorpresa, se trataba de un muy buen amigo de ambos. Uno que, ni de broma aceptaría que Kenia trabajara en alguna de sus producciones. Sentí un alivio al instante. Fue como volver a respirar.

Llegó nuestra comida. Elizabeth y yo devoramos todo rápidamente. Incluso me ganó la carrera. Me fue inevitable pensar que en mi circulo solo había chicas igual de tragonas que yo.

Como la artista no le había dado ni siquiera dos mordidas a su hamburguesa, fuimos a pedir postre, para que no se sintiera mal por comer sola.

Ya en el estudio, nos pusimos a grabar las canciones restantes. La chica cada vez se notaba más contenta, más relajada, más desenvuelta. Me di cuenta de que estaba siendo una de las veces donde más estaba disfrutando mi trabajo.

Cuando terminamos, el reloj marcaba las 5:30 aproximadamente, así que, como no tenía muchas ganas de llegar a casa, le pregunté a Yemy si le gustaría escuchar las grabaciones, y que platicáramos un poco de estas. Accedió y, cuando salió del cuarto de grabación, se sentó en la silla de mi lado.

Estábamos por escuchar la primera cuando, Elizabeth entró, diciendo que nos quería hacer un comentario.

—A ver. Rápido, que nos estás interrumpiendo.

—Sí, sí, rápido —me imitó—. Yemy, ¿recuerdas que dijiste que creías que nadie te conocía aquí?

—¿Sí?

—Bueno pues los chicos hicieron un estudio de mercado, y resulta que tienes un alto número de oyentes.

—¿En serio?

—Sí. ¿Ves? Podrías llenar cualquier recinto perfectamente —dijo, luego se giró hacia mí— ¿Cómo ves?

—Muy bien, me alegra. Aunque, no me sorprende. Sus canciones son muy buenas.

—¿Estás pensando lo que yo? ¿Recuerdas lo que dijo el mánager?

—¿Qué cosa? —dijo Yemy.

—Mmm... tal vez.

—¿Qué dijo?

—Bueno, para que hables con ella.

—¿¡Qué dijo!?

—Es una sorpresa, hermosa —respondió Elizabeth, sonriendo—. Bueno, solo era eso.

Dio media vuelta y salió. Nosotros seguimos escuchando las canciones. Todas quedaron tal y como quería. Yemy también quedó satisfecha, y contenta. Dijo que, aunque eran solo versiones acústicas le gustaba demasiado la calidad.

LO QUE ÉL NO TE DIO (Romance y tragedia)Where stories live. Discover now