𝟒𝟏. 𝐅𝐔𝐓𝐔𝐑𝐎 𝐑𝐄𝐘 & 𝐅𝐔𝐓𝐔𝐑𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀

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Capítulo 41

ANYA

Después de tanto esperar, por fin llegó ese día...

Me desperté muy temprano esa mañana y me quedé unos minutos sentada sobre la cama, contemplando la vista que dejaba ver la ventana de mis aposentos. Mientras recorría mis pensamientos, una rara sensación comenzó a invadirme al sentir algo extraño en mi vientre. Cerré mis ojos mientras lo rodeaba con mis brazos y de la nada apareció lo que parecía ser un recuerdo: un baile ligero, romántico, e íntimo junto a un hombre de cabello blanco y largo en una habitación en la que no recuerdo haber estado. Pero en lo más profundo de mi corazón sentí que ese recuerdo de alguna manera me pertenecía, como si yo lo hubiera vivido, y ese hombre me recordaba a Valko. Abrí mis ojos volviendo a mi realidad con una sensación de añoranza en mi corazón.

Ese día me convertiría en la esposa de Valko y la emoción me invadió tanto que no pude dormir bien en toda la noche, pensando en un sinfín de cosas. Yo quería ser su esposa y estar siempre a su lado. Mi amor por él era inmenso. Desde niños, él siempre sintió la necesidad de protegerme y yo me sentía muy segura a su lado. Una vez crecimos, la atracción fue instantánea. Por mi parte, siempre tuve la sensación de haberlo amado y, por más distancias que hubo entre nosotros a lo largo de los años, ese sentimiento jamás cambió.

Con mucho cuidado me levanté de la cama y me asomé a través de la ventana, observando parte del jardín trasero del castillo, reflexionando sobre mis sentimientos por él, mi devoción por él y todo lo que me impulsaba a amarlo como lo hacía

En mi familia siempre hemos creído fuertemente que nuestros ancestros fallecidos reencarnan en miembros de nuestra familia en diferentes generaciones para cumplir un propósito inconcluso. Esto también es una forma de mantener lo que somos y lo que nos caracteriza. Una prueba de ello es el rey Valerio I, quien se dice que reencarnó en mi tío, el príncipe Valerio II Worwick. Esto también me hizo recordar al príncipe Vermilion Worwick, un rubio que sentía la necesidad de ser un guerrero como si fuera un Worwick de casta blanca, pero al final no pudo lograr lo que anhelaba.

Todas estas cosas me llevaron a preguntarme si la reina Anya I habría reencarnado en mí, y es así, eso explicaría por qué veo a Valko de esa forma quedando atrapada en sus ojos azules intensos, mientras él quedó atrapado en mis ojos grises.

En tanto seguía contemplando el bello cielo desde la ventana, mis pensamientos fueron interrumpidos por mi madre, quien entró en mi habitación junto a mi tía, la reina Diana, y tras ellas, mi abuela adorada, la reina madre Elizabeth.

Mi madre me preguntó si había descansado bien, mientras mi abuela y mi tía se notaban emocionadas por mi día especial. Entonces, una doncella entró a mis aposentos con un hermoso vestido. Mi abuela Elizabeth lo recibió en sus manos y se dirigió a mí, dejándome aquel hermoso vestido blanco con adornos negros y encaje dorado en mis manos. Yo lo miré maravillada y mi abuela preguntó:

¿Te gusta?

¡Sí! —respondí emocionada, observando aún ese maravilloso traje sobre mis manos.

Este fue el vestido que usó la reina Anya el día que contrajo matrimonio en una ceremonia tradicional de la casa Worwick con tu abuelo, el rey Valko.

Las palabras de mi abuela me dejaron muda mientras la observaba. Me maravillé al saber que aquel vestido fue el que la reina Anya usó el día que supuse, fue el más maravilloso de su vida, ese día en el que se unió a mi abuelo en matrimonio, como yo lo haría con Valko en ese momento.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Where stories live. Discover now