𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄

25. Blanco & Rojo

Capitulo 25

XISTRINIA (PALACIO WICZEX)

ZELDA

Me mantuve todo el día en los aposentos donde Lexter me había dejado instalada después de irse a cumplir con sus deberes, todo ahí era muy lindo, me gustó mucho ese lugar, la vista que dejaba ver el balcón era impresionante, me quede por un tiempo observando a las personas que trabajaban en el palacio caminando de un lado al otro, incluso pude ver a Lexter y a su primo cruzar brevemente por el jardín que dejaba ver ese lado de la habitación junto a lo que parecían ser unos guardias.

La curiosidad me invadió por saber que haría, él me había hablado sobre un entrenamiento militar y bueno, jamás lo había visto en actitud de guerrero, siendo sincera, no me imaginaba a Lexter asesinando a alguien, pero si él tenía un rango militar y lo enviaron al palacio para esos asuntos, supuse que era bueno para esos temas de guerra y sangre.

Por más que quise correr fuera para verle, decidí no hacerlo, puesto que él me había pedido que aguardara en la habitación y si me lo pidió así, debía ser por alguna razón y yo estaba en un lugar extraño, con costumbres que se me eran ajenas y debía acatar las sugerencias de mi hermoso príncipe.

Después de un par de horas esperándolo, la puerta fue tocada y procedí a abrirla encontrándome con una mujer de unos treinta y siete años aproximadamente con un vestido de falda negra y encajes color plata y estaba muy bien peinada, ella fue muy amable conmigo porque al verme de pie al lado de la puerta me sonrió haciendo una ligera reverencia con su cabeza.

Noté que en sus brazos llevaba unos vestidos que dejó sobre la cama con mucho cuidado, la mujer me explicó que esos hermosos atuendos eran míos y volcando mi vista sobre ellos, me di cuenta de que no solo había vestidos bellos y elegantes, sino también algunas batas de dormir entre otras cosas, le agradecí enormemente a esa mujer que de paso me preparó un baño aromático para que me refrescara y me preguntó si quería algo de comer, pero amablemente le dije que esperaría al príncipe.

Una vez que la mujer dejó todo listo, ella me mostró una cómoda de madera amarronada que estaba ubicada en un rincón de la habitación donde había libros de todo tipo, y me indicó que podía tomar libros de ahí para leer si quería, lo que volví a agradecer, la mujer salió de la habitación dejándome a solas junto con mi curiosidad está vez por uno de esos libros, agarre uno de estos de su lugar y me senté cómodamente en la mesa del té para leer mientras el tiempo trascurría.

Después de unas quince páginas leídas, me percaté que el sol ya se había ocultado a través del ventanal de vidrio que había cerrado una mujer que ingresó minutos antes sin decir nada, ella solo abrió la puerta y pidiendo permiso entró y lo cerró, me levanté para tomar un poco de agua y volví de nuevo a las páginas de mi libro hasta que sentí que la puerta se abrió.

La emoción me invadió al ver a Lexter cruzar la puerta y sin dudarlo dos veces corrí hacia él arrojándome a sus brazos.

- ¡Lexter!

- Hola hermosa - fueron las palabras que oí al ser sostenida entre sus brazos, él me dio un tierno beso - Disculpa la demora, tenía muchos asuntos que atender ¿Cómo pasaste la tarde?

- No te preocupes, yo lo entiendo, trabajas para el rey y es una responsabilidad grande, ¿no? - sonreí

- Sí, lo es, mi rojiza

- Yo estaba leyendo un libro y viendo por el ventanal, una mujer vino a dejarme esos vestidos - señalé a la cama donde se encontraba aún la ropa - Y después entró otra mujer y no me dijo nada, solo cerró la gran ventana