𝟏𝟔. 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐃𝐎𝐒

320 55 33
                                    

Capítulo 16

La alborada atravesaba las ventanas de la habitación del príncipe Valko, quien aún se encontraba en cama y en compañía de Lena. Ella dormía plácidamente recostada en el pecho desnudo del príncipe mientras ambos yacían desnudos con una sábana blanca cubriendo ligeramente partes de sus cuerpos.

Valko comenzó a volver en sí mientras que Lena ya despierta, pero aun con los ojos cerrados, se preparaba para lidiar con la sorpresa que el peliblanco se llevaría al verla a su lado, pero repentinamente la puerta de la habitación se abrió.

La reina Diana y la princesa Anya habían ingresado a la habitación del príncipe sin tocar pensando que él ya estaría vestido por la hora que marcaba el reloj esa mañana. Valko era muy disciplinado con sus actividades diarias y por ende acostumbraba a levantarse temprano, pero para sorpresa de las dos mujeres el panorama era distinto.

—¡VALKO WORWICK! —fue el grito que Diana dio al ver la escena de él y Lena juntos en la cama, mientras que Anya llevó las manos a su rostro viendo esa dolorosa escena que le atravesó fuerte el corazón.

Valko se despertó de golpe con el grito tras el grito de Diana y Lena hizo lo mismo ya que ella tampoco esperaba la presencia de nadie en los aposentos de Valko esa mañana.

—¡Madre! —exclamó Valko viendo a Diana frente a él y el caos se desató en el príncipe al ver a Anya mirarle con decepción al tiempo que una mano se posó en su hombro sintiendo un ligero tacto y al voltear se encontró con Lena tras él logrando que de inmediato el príncipe se sobresaltara.

—¡¿Pero qué mierda?! —La molestia le comenzó a invadir—. ¿Lena, tú que haces aquí?

—¡Valko Worwick! ¡¿qué significa esto?! —exigió Diana molesta.

Lena trató de lucir avergonzada y apenada con una voz santurrona llena de una falsa pena. —Mi… Mi reina.

—¡Tú cállate! 

—Me voy de aquí —habló Anya con la mirada y el rostro decepcionado.

Valko se levantó de su lecho para tratar de detener a Anya y darle una explicación. —¡Anya espera!, ¡espera! —Él intentó sujetarla, pero la rubia se zafó de él y salió de la habitación. Un fuerte enojo se apoderó de Valko quien se dio la vuelta para dirigirse a Lena. Ella no debió haberlo provocado.

Ante su más grande enojo, Valko se acercó a la castaña apretando su cuello entre su vasta mano con fuerza y con su mano libre la sujetó por el cabello bajándola de la cama con mucha brusquedad —¿Qué fue lo que hiciste perra? ¡Lárgate de mi habitación ahora! —seguidamente la arrojó al suelo.

El rostro de Lena reflejaba pánico.

—¡Detente Valko! —ordenó Diana sujetando el brazo de su hijo.

—¡MALDITA SEA MADRE! —Se zafó él bruscamente del amarre de Diana—. ¡NO SÉ COMO DEMONIOS LLEGÓ ELLA AQUÍ, Y JURO POR LOS DIOSES QUE NO PASÉ LA NOCHE CON ELLA! —gritó.

—¡Pues aquí se vio a algo distinto!

—Estuvimos juntos Valko, ¿acaso no recuerdas? —sollozó Lena entre llantos.

—¡No es cierto yo!, yo estuve parte de la noche a fuera, y después volví aquí para revisar algunos papeles que padre me encargó, tomé algo de vino y….  —Valko miró rápidamente la copa de vino como si esa palabra hubiera activado algún recuerdo o sensación en él, y supo que si algo le pasó fue después de haber tomado vino, lo que le pareció extraño.

—Yo entré aquí justo cuando tú estabas tomando vino, ¿recuerdas? —intervino Lena para desviar la atención de Valko y de Diana—. Tomamos juntos y después me pediste que fuéramos a la cama.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Where stories live. Discover now