𝟑𝟓. 𝐀𝐂𝐔𝐄𝐑𝐃𝐎 𝐍𝐔𝐏𝐂𝐈𝐀𝐋

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Capítulo 35

ISLAS DE MARES TURBIOS (PALACIO ESCANDINEVA)

A través de las grandes puertas del palacio Escandineva, entraba el príncipe Dalton Worwick en su caballo de pelaje dorado, frenando finalmente su galope en el patio de armas. Dalton bajó de su caballo y se lo entregó a una persona encargada de resguardarlo en los establos, cuando la voz de Merrie llamó la atención de su hijo.

—Dalton. —el rubio se giró para ver a su madre.

—Madre, ¿cómo está? —preguntó el príncipe mientras se retiraba los guantes de montar.

—Bien, mi amor, y qué bueno que llegas.

—¿Sucedió algo?

—Minutos después de que partieras, llegó un comunicado desde Ateckdra, es sobre tu hermana Anya y tu padre te está esperando para hablar contigo.

Una vez dichas estas palabras, Dalton corrió de prisa hacia el interior del palacio para atender el llamado de su padre. Al llegar a las puertas de la sala privada, el rubio pidió la entrada, que se le concedió de inmediato, haciéndose presente ante su progenitor y reverenciándose dijo:

—Padre, madre me avisó que usted necesitaba hablar conmigo.

—Sí, hijo, siéntate —el Worwick tomó lugar frente al escritorio donde yacía su padre y Carsten prosiguió diciendo—: Ha llegado un comunicado desde Ateckdra y es sobre tu hermana y Valko.

Dalton frunció el ceño y preguntó. —¿Es lo que yo creo, padre? —Carsten asintió—. ¿Y qué es lo que dice? —volvió a preguntar el rubio.

—Valko le ha pedido el permiso a tu tío el rey Veikan para dirigirse a nosotros y solicitar formalmente la mano de tu hermana en matrimonio.

Dalton suspiró. —Bueno, creo que es algo que se veía venir, ¿no?

—Sí, así que creo que es mejor que alistes tus cosas, tenemos que viajar a Ficxia, si Valko quiere hablar con nosotros debemos ir, porque yo también necesito hablar con él.

—¿Está dudando en concederle la mano de mi hermana, padre?

—Tal vez. —Carsten se recostó en el respaldo de su silla—. Desde que conozco a Valko, me he dado cuenta, en muchísimas cosas que he visto de él, que es el retrato vivo de mi padre, tu abuelo. Pero después de lo que sucedió con esta niña Lena, mi confianza en él ha disminuido demasiado como para confiarle el corazón de tu hermana.

—Eso es algo que a mí también me tiene pensativo, padre, pero creo que si solicitó ese permiso es porque Anya estuvo de acuerdo, de lo contrario mi tío no hubiera hecho nada.

—Quizás, no lo sé, pero en fin Dalton, ya hablé con tu madre y le pedí que se preparara, mañana estaremos partiendo temprano en las horas de la mañana.

—Está bien, padre... —El rubio se levantó de su silla para dirigirse a la puerta y abandonar la sala—. Yo me prepararé de igual manera.

—Por cierto, hijo —Dalton miró a Carsten—. Tu madre habló conmigo sobre el tema de Lady Karu, y me comentó lo que te ha estado pasando, hijo, solo quiero que sepas que si en lo más profundo de tu corazón no deseas contraer matrimonio de nuevo con alguien, yo lo entiendo.

Dalton miró a su padre con pena en su rostro y dijo:

—Padre, yo realmente lo siento.

—Dalton, no tienes que sentirlo, no estás haciendo nada malo al no querer tomar esposa todavía, si no te sientes preparado aún para empezar de nuevo, lo entiendo, comprendo lo fuerte que es tu dolor.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Where stories live. Discover now