𝟐𝟖. 𝐋𝐀 𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀Ñ𝐀

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Capítulo 28

—Haluan koko vartijan etsivän prinsessa Rousia koko linnasta ja sen ympäristöstä

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—Haluan koko vartijan etsivän prinsessa Rousia koko linnasta ja sen ympäristöstä.
(Quiero a toda la guardia buscando a la princesa Rous por todo el castillo y sus alrededores) —ordenó la reina Priyenka a uno de sus guardias de alto rango.

—Kuinka kuningattareni käski
(Cómo usted ordene, mi reina) —respondió el guardia para hacer su retirada de la sala.

Una vez que el hombre abandonó la presencia de Priyenka, el príncipe Aleister se hizo presente en la sala, notándose a simple vista su molestia.

—¿Lograste averiguar algo? —preguntó Priyenka a su hermano, notándose muy alterada.

—No, no sé dónde diablos se pudo haber metido esa mocosa.

—Manda por su guardia, en cualquier momento debe llegar ante mi presencia. Quiero que lo ejecutes.

—¿Qué? —preguntó Aleister confuso observándola.

—¡Lo que oíste! Él está aquí para cuidar de Rousia y ¡no lo hizo como debía!

—No lo haré, Priyenka —alegó.

—Es una orden mía, Aleister, y más te vale que la acates.

—¡No lo haré, Priyenka! —gritó Aleister con autoridad en su voz—. ¿Acaso no piensas? Ese hombre sabe más sobre tu hija que tú misma. Él es el único que puede saber dónde pudo haber ido ella y es quien está ayudando a desplegar a los soldados para su búsqueda. Además, él no tiene la culpa de que Rous se haya ido de esa forma.

—¡Sí, la tiene! —protestó.

—¡No la tiene! Ella siempre lo hacía, siempre montaba sola por los alrededores y cuando él la acompañaba se las ingeniaba para burlar su presencia.

—¿Qué?

Una sonrisa irónica salió de los labios del príncipe Vikernes. —Es increíble que no sepas los alcances de tu propia hija.

—¡Estúpida niña del demonio! —gritó Priyenka exaltada y envuelta en un manojo de nervios, caminando de un lado a otro—. ¿Qué tan lejos puede llegar?

—Todo depende. Ella partió ayer cerca de las horas de la tarde. Debe estar escondida en el bosque.

—¿Y si no? Aleister, ya han pasado muchas horas.

—Si no, entonces pudo haber cruzado la frontera con los bosques del reino de Ateckdra o el reino de Arkania. Para que llegue a la frontera del reino Vinterborg faltaría mucho aún. Ella sola a caballo no puede haber ido muy lejos —habló él notándose hastiado.

—¡Juro que cuando la encuentre, la amonestaré fuertemente! —suspiró la reina sentándose en la silla de su escritorio mientras llevaba sus manos a su rostro a modo de preocupación.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Where stories live. Discover now