𝟑𝟕

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―ANDA Y PEDILE PERDÓN

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ANDA Y PEDILE PERDÓN.―Felipe se encontraba junto con Matias en la cocina de su departamento, Eva estaba con Fran y Santi comprando. Apenas el mayor se preparó, fue a buscar a su amigo para hablar de lo que pasó el día anterior.

―Pero no me va a perdonar.―Hizo una mueca.

―Te jodes si no te perdona.―Se cruzo de brazos.―Ella te dijo que no, le insististe y sabiendo el cagazo que le tiene al mar, la tiraste.

―Pense que se iba a reír.

―Bueno, pero no se rió.―Felipe caminó hasta la puerta, abriéndola cuando llegó.―Anda ahora a pedírselo, fijate si llegó o si no te quedas esperándola.

El menor no le respondió, solo salió de la pieza y practicó en voz baja las palabras que le diría a su amiga para que lo perdonara.

Hoy era su anteúltimo día en Pinamar y el clima era lluvioso, así que ir a la playa no era una opción para hacer.

Felipe se tiró un rato en la cama con el celular para esperar a que venga su novia, miro videos de river y edito un par de fotos para subir a su Instagram.

Al cabo de unos minutos, escuchó la puerta abrirse y rápidamente se levantó.―Gordo mira todo lo que compré.―La chica tenía toneladas de bolsas en sus manos, él tomó la mayoría y las acomodó suavemente encima de la cama.―¿Queres que te muestre todo?.

―Como vos quieras gorda.―Feli levantó los hombros y la sonrisa de la chica se desvaneció.―¿Que pasó Evita?.

―¿Como que lo que yo quiera?.

―Mhm.―Se sentó en la cama.―Si me queres mostrar, mostrame.

―¿Pero vos queres?.

―Si.―Asintió confundido.

―Hubieras dicho que si a la primera.―Eva se sentó a su lado.―Odio que me digan eso, como
vos quieras.―Hizo una mueca.―Parece que te estoy obligando, la próxima decime si o no.

―Esta bien.―Decidió no opinar sobre eso, simplemente observo como su chica comenzaba a sacar de las bolsas cajas y más bolsitas pequeñas.

Habían chocolates, cápsulas de café, pulseras y tobilleras, todo lo que te podías imaginar. Eva tenía un problema, y era que adoraba comprar todo lo que veía, no importaba si era algo que no necesitaba; ella lo compraba.

―Te compre muchas cosas para vos.―Sacó una bolsa más grande.―La señora que vendía me preguntó si mi novio compró en su local antes, por mi pulsera.

𝐏𝐄𝐀𝐂𝐄; 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗽𝗲 𝗼𝘁𝗮ñ𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora