SHORT STORY 1: NANASE TSUBASA.

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ACABAN DE DAR LA NOTICIA DEL LAMENTABLE FALLECIMIENTO DE AKIRA TORIYAMA. POR SER UN GRAN PILAR DE MI INFANCIA, LE AGRADEZCO HASTA DONDE ESTÉ.




SS DE NANASE TSUBASA: NO PUEDO, TENGO FURVO.

Me entrenaron para poder hacer cualquier cosa, para lograr cualquier objetivo que me proponga y aunque fui un fracaso de ese lugar, como todos, todavía soy mucho mejor que todos los jóvenes de mi edad, por lo que ese hombre me mantuvo a su lado hasta el final. Todavía hay días en los que me siento como una verdadera monstruo que no tiene límites; y este es uno de esos momentos tristes.

- "Hoy comienza un nuevo camino para nosotros, chicos. Este año será especial." -

Estoy sentada, vestida con el equipamiento y la indumentaria de local que el Club de Diseño Gráfico diseñó con cariño para el Club de Fútbol. Hoy comenzaba nuestro recorrido por el torneo que enfrenta a todas las escuelas preparatorias en Japón; o al menos los que pasaron las preliminares. En el vestidor se respira un ambiente tenso, pero eso parece animar aún más a mis compañeros de club a dar todo de sí.

- "El año pasado nos fue bien, quedamos alto en la Tabla de clasificación y en las rondas eliminatorias llegamos a los cuartos de final, pero este año estamos luchando por aspirar a mejores cosas." -

El entrenador, Kubo-sensei, nos estaba dando una charla motivadora a solo unos minutos para que el primer juego de la temporada de los Inter-escolares se llevara a cabo. Los chicos del equipo representativo de la Kunugigaoka Junior Highschool serían nuestros rivales por vencer. No sé qué tan problemático sea el desafío, pero todos parecen afrontarlo con total seriedad.

- "¡No pensemos en otra cosa que no sea la victoria! ¡Estamos aquí para ganar el partido! ¡Estamos aquí para ganar el campeonato! ¿¡Están listos!?" -

- "¡Sí, sensei!" -

Todos gritaron con emoción ante las palabras de sensei. No es que no me emocione pensar en ganar, es solo que estoy tan acostumbrada a hacerlo que dejó de darme sensaciones positivas hace mucho tiempo, solo lo veo como el resultado obvio de mi intervención. Mis receptores de dopamina se hicieron resistentes a la sensación del triunfo para que no me nuble el juicio por el ego que esto podría traer.

- "Bien, ¡Vamos por ellos!" -

Todos juntamos nuestras manos en el centro y lanzamos un grito al cielo que probablemente se escuchó hasta el campo de juego. Me uní al grito para intentar contagiarme de su ánimo positivo, pero aunque por fuera luciera una radiante sonrisa, por dentro seguía igual de apagada como siempre.

Cuando salimos al estadio fuimos recibidos por el grito de aliento de una gran multitud. Me sorprendió momentáneamente la cantidad de personas que había en las gradas del estadio. No es un inmueble pequeño y podría dejar en ridículo a cualquier estadio profesional en el país; y eso solo lo hace más increíble.

Es obvio que no es un lleno, ni está cerca de serlo, pero sigue siendo una gran entrada. Casi toda la población masculina de la escuela vino a vernos jugar y traían consigo a varias acompañantes femeninas. Además, personal de la escuela, profesores y directivos también hicieron un espacio para vernos. Y eso sin hablar de todas las personas que vinieron a apoyar al rival. Me sorprendió porque no pensaba que dejarían entrar a tantas personas externas, pero supongo que mientras no interactúen con nosotros está bien.

KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?Where stories live. Discover now