❂Mi primer pelea en el trabajo❂

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No me gusta ser catalogado como una persona tóxica, pero les prometo que una vez que lean lo que pasó entenderán que fueran medias drásticas para situaciones complicadas.

Todo empezó aquel día en el que Sakura me quiso sorprender en el trabajo.

Dos días antes

—Buenos días. —dije llegando a la oficina.

Había comenzado a trabajar en la empresa familiar, solo hasta que podamos juntar recursos suficientes para empezar algo propio. Mi puesto no era alguno muy elevado como el de mi hermano o primos, pero todos sabían que yo era el hijo de los dueños y me trataban con mucho respeto.

—Buenos días, señor Uchiha. —saludó mi compañero de cubículo cuando llegué a su lado.

—Sasuke, Sota. —devolví el saludo— Solo Sasuke, por favor.

Él rio nervioso, escuché por ahí que la gente cree que me pusieron como "empleado cualquiera" para espiarlos y supervisar cómo trabajan, pero están muy alejados de la realidad. Prendí mi computadora y mientras tanto me dediqué a mandarle mensaje a Sakura para hacerle saber que había llegado sano y salvo. Ella estaba terminando la universidad y pronto comenzaría con prácticas en el hospital antes de ser interna; estaba muy emocionada al respecto, siempre me hablaba con términos que me resultaban tan extraños, pero me fascinaba solo por ver la sonrisa que le provocaba.

—Deja de bobear y ponte a trabajar, flojo. —susurró Shisui a mi oído, uno de mis primos mayores— Debes dar el ejemplo, uno bueno.

—Acabo de llegar y ya me están regañando. —me quejé como broma— Pero a la orden jefe, como usted diga.

Shisui y llegó las manos a los bolsillos y se sentó sobre mi escritorio, más bien solo se recargó. 

—¿Qué tal la vida de casado? ¿Ya pelearon? ¿Ya te mandó al sofá? —preguntó burlón.

—No, todo sigue fantástico. A diferencia de varios matrimonios, nosotros nos amamos. 

—Bueno, lo llevas en la sangre, niño. En nuestra familia no hay ni un solo matrimonio fracasado. Debes mantener la tradición viva. —me dio una palmada en la espalda y yo solo asentí— Por cierto, cuando vayas a comer ven a la oficina, queremos hablar contigo.

—¿Quiénes?

—Itachi, el tío y yo. —respondió mientras miraba su celular, recién había recibido un mensaje— Pedimos pizza para comer, ¿de acuerdo?

Y moviendo la mano de un lado a otro se alejó. Así era la vida de un Uchiha dentro de la oficina, siempre recibiendo llamadas y corriendo a donde fueran necesarios.

Las próximas cuatro horas se pasaron tan lento que podría morir de aburrimiento. Sota me pedía permiso para todo, casi me pedía permiso para respirar, es un buen sujeto, muy apto y eficiente, pero un tanto inseguro.

—¿Señor Sasuke? —si, era lo más informal que el pobre chico podía llamarme— Alguien lo está buscando, me parece.

Señaló a la puerta donde me llevé la mejor sorpresa: mi preciosa, hermosa, increíblememte bella y asombrosa esposa de pie frente al elevador que daba a mi piso, sosteniendo una pequeña mochila de lunch y sonreía mientras ondeaba su mano de un lado a otro.

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⏰ Última actualización: Feb 18 ⏰

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