❂Mi primer boda: de pie en el altar❂

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—¡YA SÚBETE AL ESTÚPIDO CARRO!

—¡NO ME HABLES ASI, IDIOTA!

—¡DEJEN DE LLAMARSE IDIOTAS Y YA VÁMONOS, IDIOTAS!  —este último grito por parte de Izumi desconcertó a los hermanos— Si no quieres que Sakura te esté esperando, ¡VÁ-MO-NOS! —ordenó.

—Tienes razón, mi amor. —reaccionó el mayor— Sasuke, aún debemos esperar a que mamá y papá lleguen con las cosas. Guardemos la calma.

—No puedo esperar, eso significaría que Sakura tendría que esperar y no quiero hacerla esperar.

—Amigo, solo te avisaron que está lista, no que ya está ahí. —aclaró— Estás entrando en pánico.

—¡Claro que lo estoy! En menos de 4 horas estaré casado con el amor de mi vida, ¡no quiero que nada salga mal! —hablaba tan rápido como las palabras aparecían en su cerebro, su respiración estaba acelerada y sentía como cada parte de su ser sudaba— Dios, puedo jurar que ya apesto a sudor. ¡Tendré que bañarme de nuevo!

La chica se acercó a él para tomarlo de los hombros y calmarlo, el Uchiha estaba a punto de subir las escaleras para bañarse de nuevo y eso si que lo metería en problemas.

—Cuñado, por favor. Respira. —susurró— Hueles y te ves bien, ¿de acuerdo? Solo estás nervioso, casarse no es cualquier cosa y es natural que te sientas así, pero tú lo dijiste, es el amor de tu vida, eso debería alegrarte, ¿no? —Sasuke asintió— Bien, entonces respiremos, Mikoto y Fugaku no tardan y podremos irnos.

—De acuerdo. —murmuró soltando un suspiro— Gracias, Izumi. Iré a llamar a la limusina y vuelvo con ustedes.

—Claro.

Conforme el chico subía, la pareja lo observaba en silencio. Itachi abrazó por los hombros a la castaña.

—Bien controlado ese balón, mi amor. —felicitó— Evitaste que entrara en modo bestia.

—Gracias, he aprendido a lidiar con el temperamento volátil de esta familia. —se burló— ¿Por qué no llamas a tus padres?

—Ok, vuelvo en un minuto.

Izumi se quedó un par de minutos sola en la entrada de la casa sin hacer nada en específico, solo disfrutando de la calma que, conociendo a los hermanos Uchiha, duraría poco. Y no estaba tan equivocada. Tan pronto como Itachi entró, Sasuke bajó casi corriendo las escaleras y ambos al mismo tiempo dieron sus respectivos anuncios.

—¡La limusina ya está aquí!

—¡Mis papás ya están en la iglesia!

—¿Cómo que ya están en la iglesia? —cuestionó el novio— Creí que llegarían aquí.

—Lo sé, pero papá dice que estaban más cerca de la iglesia y sería una pérdida de tiempo venir hasta acá. —explicó el mayor— ¿La limusina ya está aquí?

—Si, y si no hay nadie a quien esperar, VÁMONOS.

Apresuró a que Izumi tomara su bolso, Itachi su saco y los sacó casi a empujones de la casa.

Afortunadamente para el conductor y los pasajeros, el viaje a la iglesia fue bastante rápido, además que el minibar venía muy bien surtido, incluso la pareja hizo que Sasuke se tomara un shot de tequila para relajarlo. Lo cual no ayudó mucho.

Cuando el auto se detuvo ellos bajaron y se dirigieron a diferentes lugares, Itachi y Sasuke hacia la capilla e Izumi hacia la parte trasera donde estaba Sakura, para confirmar que tuviera todo lo que necesitaba.

Sasuke abrió la enorme puerta y caminó con detenimiento hasta el altar donde lo esperaba el sacerdote que los casaría, las damas de honor de Sakura, Karin, Ino y Tenten, y sus padrinos del lado opuesto, Itachi, Suigetsu y Naruto. Al poner un pie en el medio del altar, sintió un hueco en el estómago.

—Psst, psst... —escuchó a lo lejos— Sasuke.

Miró a su derecha y se trataba de Suigetsu.

—¿Qué?

—¿Está todo bien? —por alguna razón susurraba, aun cuando los invitados charlaban con indiferencia a su conversación.

—Si, claro. ¿Por qué?

El rubio tras Suigetsu intervino para responder: —Porque tienes cara de muerto, como si te hubieran dejado plantado. —soltó la risotada e Itachi le proporcionó un buen golpe en el hombro.

—No hagas que comience de paranoico de nuevo, amigo. —regañó— No le hagas caso, Sasuke. Todo saldrá bien y Sakura no te dejará plantado.

Las chicas, mirando todo desde su punto, negaban sin poder creer lo que escuchaban. Karin llamó a su mejor amigo y le sonrió.

—Oye, la vi hace un rato y estaba igual de nerviosa que tú. —avisó— Seguro solo está tomando un segundo para componerse. No te preocupes.

—Gracias, Karin. —sonrió de vuelta sintiéndose un poco mejor.

Cuando para Sasuke parecía una eternidad el tiempo de pie en el altar, a la vista de todos, en realidad solo pasaron un par de minutos hasta que comenzó a esparcirse un silencio entre los invitados. Y cuando el piano entonó sus primeras notas, los presentes se levantaron y las puertas del lugar se abrieron, fue cuando el corazón de Sasuke se detuvo, todos los nervios se desvanecieron y una calma prevaleció en él.

Iba a casarse.

Mi primer todo 》SasusakuWhere stories live. Discover now