Mi primer todo 》Sasusaku

❂Mi primer presentación❂

—Bien aquí voy.

Debí haberle comentado lo que planeaba hacer, pero sabía que me mataría, y por eso mismo no lo hice, porque esto es lo correcto.

Toqué el timbre y esperé a que me abrieran. Según internet esta era la dirección correcta, y más lo vale porque no volé más de diez horas para nada.

—¿Si?

La voz suave de una mujer me sacó de mis pensamientos y subí la mirada. Su rostro era muy similar al de Sakura, quizá era idéntica a excepción del cabello.

—Hola.

Ella asintió aún sin abrir por completo la puerta: —¿A quién buscas?

—A los señores Haruno. —respondí— Mi nombre es Sasuke Uchiha, no sé si me recuerde.

No es por ser vanidoso, pero al escuchar mi nombre se le iluminó la mirada.

—¡Mi niño! —me abrazó— Estás muy grande, ya no eres para nada un niño.

—Creo que no. —respondí apenado.

—¡Es muy bueno verte! —dio un último apretón antes de separarse de mi— Si Sakura estuviera aquí moriría de alegría por verte.

—Si, eh... de eso quería hablarle. —confesé— ¿Puedo pasar?

—¡Claro que si! —me abrió por completo y estiró las manos— Iré por mi esposo. —me dejó en la sala y ella se dirigió al pie de las escaleras— ¡Kizashi,  baja, tenemos visitas!

—¡Voy!

Regresó conmigo y me sonrió: —¿Cómo están tus papis, hijo?

—Bien, bien, gracias. —respondí tomando asiento en uno de sus sillones— De hecho, vine sin avisar.

Era verdad. Tenía mensajes y llamadas perdidas de Sakura, Itachi y mi madre.

—Oh, ¿y a qué se debe tal honor? —preguntó sentándose frente a mi— Hace años que no nos vemos.

—Es que hay algunas cosas de las que me gustaría hablar con ustedes. —dije y justo en ese momento el señor Haruno llegó— Sobre Sakura.

—Sasuke, es un milagro verte. —comentó el mayor— Y nuestra hija, ella no está aquí, de hecho regresó a Japón hace un año, más o menos.

—Si, lo sé. Estudiamos en la misma escuela. —respondí.

—¿De verdad? —asentí— Ella nunca comentó nada.

¿Qué? ¿Eso debo tomarlo bien o mal?

—¿Siguen hablando con ella? —cuestioné.

—Claro, todos los miércoles por videollamada. —explicó Mebuki— Hace poco se mudó a un nuevo apartamento, ¿lo has visitado? Parece un lugar muy lindo.

Y sin darme oportunidad de responder, Kizashi prosiguió: —Nosotros sospechamos que vive ahí con algún novio. —hizo una pausa— Lamentamos mucho que lo de ustedes tuviera que terminar cuando nos mudamos a Estados Unidos, y aquí entre nosotros, eras nuestro yerno favorito.

—Definitivamente. —lo apoyó.

¿Qué hice yo? Sonreír como estúpido. Mi especialidad.

—Bueno, si conozco su apartamento, es demasiado lindo. —enfaticé.

—¿De verdad? ¡Qué grato escuchar eso! Nos preocupaba que a Sakura le resultara difícil volver a adaptarse a la cultura japonesa. —expresó Mebuki llevando sus manos a su pecho.

—¿Entonces conoces a su novio? —cuestionó serio Kizashi— Por favor dinos que es un buen sujeto. Temo que se consiguiera a otro patán como el tal Sasori.

Ambos padres rodaron los ojos y yo de solo imaginar su rostro casi vomito.

—¡Ni Dios lo mande! Debe haberse conseguido algo mejor. —la mujer me miró— ¿Cómo es su novio, querido?

Sonreí orgulloso.

—Es un muy buen sujeto. Ama mucho a su hija, siempre le hace caso, deja que lo trate como su juguete personal y es muy protector con ella. —ambos sonrieron— Y si, es atractivo, a decir verdad.

—¡Qué maravilla!

Kizashi tomó la palabra; —¿Cómo se llama?

Y ahora si, llegó el momento de la verdad. Me levanté y carraspeé mi garganta buscando aclarar mi voz, hice una reverencia y los miré a los ojos.

—Señor y señor Haruno, me presento. —otra reverencia, solo por si acaso— Soy Sasuke Uchiha. Novio de su hija.