Mi primer todo 》Sasusaku

❂Mi primer buena noticia❂

—¿Estás seguro de querer hacer esto?

—Claro que si. ¿Tú no?

—Si, pero preferiría decírselos en persona. —murmuró sentándose frente a la computadora— ¿Y si se enojan?

—Claro que no, mi amor. Seguro les encantará la noticia.

El Uchiha se sentó junto a ella y encendió la cámara; abrió una aplicación y solo fue cuestión de segundos para que en su pantalla aparecieran dos ventanas: la de los Haruno y la de los Uchiha.

—¡Mis amores! —expresó Mikoto acercándose a la cámara de modo que solo se veían sus ojos.

—¡Hijos, queridos! —ahora fue turno de Mebuki— ¿Cómo están?

—Bien, mamá. Gracias. —respondió con ternura la pelirrosa.

—Hablen, muchachos. Nos tienen en ascuas. —interrumpió Fugaku. Sin querer decirlo, estaba muy nervioso.

—Eh, tranquilo vaquero. —bromeó su hijo— ¿Por qué tants prisa?

Los Uchiha se miraron entre si y luego volvieron a ellos. Mikoto tomó la palabra: —¿Por qué mi hijo está haciendo bromas? ¿Qué está pasando? ¿Acaso son malas noticias?

Mebuki y Kizashi mordieron sus lenguas y solo esperaron.

—¡Claro que soy tu hijo!

—Ay no, se separarán, ¿verdad? ¡Mi Dios!

—Mikoto, déjalos hablar. —pidió su esposo.

Haruno sonrió: —Tranquilos, tranquilos. Sasuke les pidió que hiciéramos esta videollamada para darles una buena noticia.

—La mejor noticia del mundo. —corrigió el chico— ¿Preparados?

Nuevamente Mikoto lo interrumpió, ahora con má entusiasmo: —¡NO ME DIGAS QUE SAKURA ESTÁ RMABARAZADA! —sacudió a su esposo energética— ¡SEREMOS ABUELOS!

Mebuki no pudo más y soltó una caracajada y Sasuke se contagió por ello.

—Bien, bien... probablemente esta sea la segunda mejor noticia que recibirán en su vida. —habló el Uchiha.

—Exacto, además, para los bebés aún falta un rato. No nos apresuremos. —comentó nerviosa la pelirrosa— Ya diles, Sasuke.

Él pasó por debajo de la mesa su mano y tomó la de su prometida, la que llevaba puesto el anillo de compromiso. Ambos intercambiaron sonrisas y miraron a la pantalla.

—¿Y bien? —insistieron Fugaku y Kizashi al mismo tiempo.

Sasuke hizo una cuenta regresiva: —Uno, dos, tres...

Y ambos gritaron mientras ponían frente a la cámara el dedo con la sortija: —¡VAMOS A CASARNOS!

La celebración de ambas familias no se hizo esperar; Mikoto saltó de su silla y dio brincos mientras que Mebuki lloraba en el hombro de su esposo, Fugaku y Kizashi sonreían con alegría.

—Enhorabuena, muchachos. —expresó el Uchiha— ¿Cuándo será la boda?

—Aún estamos paneándola. —respondiò Sakura— No se preocupen, nos encargaremos de todos los detalles.

—Cielos, en serio necesito que me dejen ayudarlos. ¡Sería un sueño para mi! —pidió la pelinegra.

—¡Yo también me apunto! —alzó la mano Haruno.

—¡Me encantaría!

—Solo esperaremos a darles la noticia a nuestros amigos para comenzar con los planes. —comentó Sasuke— Pero no podíamos hacerlo sin antes dárselos a conocer a ustedes.

—Bueno, sinceramente hubiera estado mejor que nos lo dijeran en persona, pero así igual está bien. —confesó Fugaku.

—¡Te lo dije!

—Si, mi amor. —resongó.

—¡SEREMOS UNA ENORME FAMILIA!