Mi primer todo 》Sasusaku

❂Mi primer apartamento❂

—¿Seguro que no quieres que te ayude?

Cargaba las últimas dos cajas que faltaban y estaba a solo dos escalones de llegar al piso.

—No... yo... puedo. —dije con dificultad.

¿Qué rayos había en estas tontas cajas? ¿Piedras? Cuando logré llegar sentí cómo mi espalda soltaba un grito de alegría.

—Ay, si que eres fuerte, cariño. —me susurró rodeando mi cuello con sus brazos.

—¿Lo ponías en duda? —pregunté ofendido— Estos músculos no están de adorno.

Ella soltó una carcajada: —Si, claro. —besó mi mentón y se separó para ir de vuelta al la cocina— ¿Quieres desempacar todo de una vez o comemos primero?

—Pero si desayunamos hace dos horas. —respondí impresionado, siguiéndola— Si no nos conociera diría que estás embarazada.

—Hey, claro que no. —reclamó con un ligero tono rosado en sus mejillas— Pero todo el trabajo me dio hambre.

Ja, y eso que yo cargué lo pesado.

—Bien, ¿qué quieres comer?

—¡Sushi!

—¿Sushi? Es como nuestro pan de cada día. —me burlé— ¿No prefieres tacos?

Ella mostró un pequeño puchero y me tomó de las muñecas: —Por fi.

Sabe a la perfección cómo manejarme: —Bien. Iré a pedirla.

Caminé hasta la sala de estar y tomé mi celular para llamar al lugar de sushi favorito de Sakura, hice dos pedidos y colgué, fue cuando llamaron a la puerta.

—Qué rápido servicio. —rio Sakura.

Al abrir estaban Naruto, Neji, Karin y Tenten. Ah, y dos cajas de pizza.

—¿Qué hacen aquí? —pregunté.

—Venimos a darles la bienvenida a su nuevo apartamento. —respondió el rubio— ¡Sorpresa!

—No los invité. —murmuré, pero Sakura me escuchó.

—¡Sasuke! No seas grosero. —se colocó a mi lado— Hola, chicos. Pasen.

—Hey, amigo. También es lindo verte. —me saludó con sarcasmo Neji.

Pasaron él, Tenten y finalmente Naruto. Hasta el último Karin.

—Si me preguntas, me obligaron a venir. —se defendió— Pero debo confesar que si te he extrañado un poquito. No es lo mismo estar en la misma escuela pero en diferentes clases.

—Hmp, y yo a ti. —la abracé— ¿Dónde dejaste a Suigetsu?

—Meh, tuvo examen de natación y quedó rendido. —me explicó mientras pasaba y cerraba la puerta detrás de ella— Dejé que descansara.

—¡Comamos! Muero de hambre. —gritó Naruto.

—¿Tú? Vaya sorpresa. —se burló Sakura— Gracias por venir. Es bueno verlos.

Karin tomó una rebanada y sonrió: —Seguro es duro pasar tanto tiempo a solas con este mugroso.

—Hey, el mugroso te escucha. —reclamé intentando ignorar las risas de Neji y Naruto.

—Lo sé.

—¿Y ya planearon en estrenar el lugar? —preguntó Tenten después de morder su pizza.

—¡Ten! —la regañó su novio.

—¿Qué? Estoy hablando de si ya han pensando en hacer una fiesta. —se defendió— Estaría muy cool.

Todos rieron.

—Puede ser. —respondí— Primero debemos establecernos bien.

Y el resto de la tarde es historia. Charlamos, comimos, reímos, volvimos a comer cuando llegó el sushi y se fueron.

Al llegar la noche y estando en la cama, en medio de tanto silencio y tranquilidad, pero sobre todo con tantas preguntas en mente y con la presencia de Sakura a mi lado, –que no era la primera vez que compartíamos la cama o pasábamos la noche uno hunto al otro–, se me ocurrió preguntar.

—¿Estaría bien si estrenamos el apartamento?

Sentí cómo Sakura se removía un poco y carraspeaba la garganta.

—No me digas que te refieres a... —la interrumpí al notar el nerviosismo en su voz.

—A una fiesta. Me refiero a eso. —aclaro poniéndome de lado para verla— ¿O pensabas en otra cosa?

Ella rio cubriendo su rostro con las sábanas.

—No, no... fiesta. Si, pensaba en eso.

Una fiesta no estaría mal, pero ¿estaría mal hacer alguna otra cosa especial con Sakura en nuestro nuevo hogar?