Mi primer todo 》Sasusaku

❂Mi primera esposa❂

Lo sé, lo sé. Es un título ridículo porque evidentemente si nos casamos, ahora ella es mi esposa, pero ahora no solo es llamarle de esa forma en mi imaginación, ¡ahora puedo gritarlo a los cuatro vientos!

—¡Chicos!

El grito de Itachi resonó en todo el aeropuerto, pero no le importó. Estaba feliz de vernos después de dos semanas lejos, y sinceramente, entre nosotros, yo también lo extrañaba.

—¡Hola, Itachi! —saludó Sakura corriendo a abrazarlo y posteriormente a Izumi.

—Bienvenidos, hermanitos. Los extrañamos mucho. —dijo mi hermano al abrazarme, porque si, lo dejé abrazarme.

—Y nosotros a ustedes. —dije intentando no sonar muy meloso para que no se malacostumbrara— Gracias por venir por nosotros.

Mi hermano nos ayudó con nuestro equipaje y fuimos hasta su auto, donde sinceramente nos relajamos, ¿quién diría que una luna de miel sería tan agotadora?

—Y bien chicos, ¿qué tal la pasaron? — preguntó mi hermano mientras conducía fuera del estacionamiento del aeropuerto.

—¡Todo estuvo increíble! El hotel era precioso, el buffet del restaurante siempre tenía platillos deliciosos, la playa tenía vistas espectaculares ppr todos lados, bailamos, vimos espectáculos... ¡fue fenomenal!

Escuchar a Sakura tan emocionada contando a grandes rasgos lo que fue de nuestra luna de miel me hizo sonreír como tonto.

—¿Y tú Sasuke? Hasta donde recuerdo, la luna de miel es de dos personas. —se burló de mi.

—Ja, ja. Obvio que estuve ahí. —Sakura e Izumi reían discretamente— Respaldo todo lo que dijo Sakura, no podría haberlo dicho mejor.

—Que malo eres para contar su viaje. —me miró por el espejo retrovisor.

—¿Acaso quieres que te contemos con lujo de detalle todo?

¡Y santo remedio! Solo así cambió de tema. Adoro los finales felices.

A mitad de camino, ambos insistieron mucho con invitarnos a comer a algún lado, pero tuvimos que declinar, estábamos verdaderamente exhaustos y solo queríamos llegar a dormir a nuestra cama y despertar hasta mañana.

—Bueno, chicos, llegamos.

Itachi y yo bajamos del auto para sacar las maletas de la parte trasera del auto. Izumi y Sakura se quedaron frente a la entrada despidiéndose y riendo de algo que no logré escuchar.

—Gracias, hermano. Por todo. —murmuré mientras cargaba algunas maletas.

—No es nada, ya me lo compensarás cuidando a mis hijos. —comentó con una sonrisa en el rostro— Oye, mamâ quiere que le llamen cuanto antes. Lo extrañó mucho y quiere que le cuenten todito.

—Uff, será mañana porque estoy muerto. —dejamos las maletas en el suelo— Pero le llamaré.

—Excelente. Amor mío, vamos a casa. Es hors de dejar a los recién casados descansar.

Izumi abrazó a Sakura y después a mi de manera rápida: —Cuídense, chicos. Los amamos.

Y los vimos alejarse en su auto.

—¡Por fin en casa! —expresó Sakura volteando hacia el edificio— ¡Vamos, cielo! Extraño mucho la cama.

Me ayudó con algunas maletas y entramos, subimos por el ascensor. No hablábamos de nada en especial, solamente de cómo nos emocionaba volver a nuestras vidas y el próximamente ver a nuestros amigos. Aunque eso le emocionaba más a ella que a mi, la verdad.

Al llegar a nuestro piso, caminamos por el pasillo hasta donde se encontraba nuestra puerta, bajó sus maletas para buscar nuestra llave, pero yo tenía otra cosa en mente.

—Permíteme, cariño. —tomé sus manos para que dejara de buscar y saqué ls llaves de mi bolsillo, abrí la puerta pero no dejé que entrara.

—¿Qué sucede, Sasuke? —preguntó extrañada.

—Hay algo que he visto en casi todas tus películas románticas favoritas, y quiero hacerlo. —sonreí con emoción porque sabía lo mucho que amaría esto.

En un ágil pero cuidadoso movimiento, la tomé entre mis brazos sosteniendo sus piernas y torso, ella se aferró a mi cuello y ahogó un grito de emoción: —¡No puedo creerlo!

—Bienvenida a casa. —pronuncié con seriedad pero sin poder evitar contagiarme de su enorme sonrisa— Oficialmente eres Sakura Uchiha. Mi esposa.

Ahora si se viene lo bueno. Lo sé.

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Hola! No quería que el año acabara sin un capìtulo de esta historia^^