treinta y siete

22 2 0
                                    

Made se fue a su luna de miel, pero antes de irse me dijo que le avisara de inmediato los resultados de la prueba de embarazo.

Estaba negada a abrirlo y tenía que hacerlo, por que ya pasaron 28 horas.

Acomode las cosas de la sala en su lugar y luego fui a la cocina a ordenar lo que habíamos dejado del desayuno para empezar a hacer el almuerzo ya que luego teníamos que volver a Italia y se sentía agotador lo de volar.

Vi los trastes en el lavabo y sentí asco, me fui corriendo hacia el baño y vomite, no levante sospechas así que regrese y al ver el jabón sentí ganas de probarlo.

Que tarada.

— necesito tu pasaporte para confirmar la reservación, ¿En donde esta? – pregunta Benjamín.

— en mi bolsa en la habitación – contesto.

— entendido.

En la bolsa... Ahí también está la prueba de embarazo, salí corriendo a la habitación y cuando entré Ben ya tenía el pasaporte y también el sobre en sus manos.

— ¡No lo abras! – digo.

— ¿por? – me mira y se queda quieto.

— por que no.

— ¿No pensabas decírmelo? – ay no.

— claro que si, pero ahora no por que no he abierto el sobre, solo observa, esta cerrado – respondo.

— ah si,

Sonrió y lo abrió, las cosas no podían ponerse peor, en vez de yo decirle que sería papá o no, el me lo dirá a mi.

— ¡negativo! – le miro sorprendida.

Tenía todos los síntomas como para que me venga a decir que es una falsa alarma. Me quede en shock.

— ay si vieras tu cara – comienza a reírse – Erin mi cielo, estas embarazada... ¡Vamos a ser papas! – grita y corre a tomarme en sus brazos.

Sonreí.

— me asuste te juro – digo.

— lo note, ay soy el hombre más feliz del mundo... Hay que ir a la doctora, te traeré la seguridad de Alemania acá, no te daré de beber té a menos que nosotros mismo hagamos las compras y solamente Susana y yo nos vamos a encargar de tu alimentación y todos los cuidados...

¡Ayuda! Esta exagerando.

— ¡despacio! – digo.

— llamaré para hacer cita – ¡ush!.

— esta bien.

Me senté en la cama y observe como se movía de aquí para allá mirando la prueba a cada momento y cuando la veía de paso me dejaba un beso.

...

A penas llegamos a Italia y nuestro rumbo cambió hacia la doctora, Benjamín estaba muy feliz con la noticia y era muy notable, yo también lo estaba pero tenía miedo.

— ¡Erin Evers! — me llaman.

— vamos querida – me dice, sonamos como ancianos.

Tomo mi mano y entramos al consultorio, la doc me pidió que desabrochara la blusa y que me recostara en la camilla, me empezó a hacer un par de preguntas y con la prueba de embarazo en sus manos iba confirmando tales cosas.

— tienes casi dos meses, aun falta para los dos pero es un aproximado – ¡terrible! – ahora vamos a ver como esta el bebé.

Benji se le pego a la doctora y ella puso un gel en mi vientre, en su pantalla rarita se veía mi vientre, que linda que soy por dentro y por fuera la verdad.

— ¡Tengo noticias! — dice.

— ¿cuales? – contesta Ben preocupado.

— ¡son dos! – ayyyy, que!!.

— ¿Dos? – le miro y pido que me muestre o que.

— Dios, que pro que soy – responde Benji orgulloso.

— idiota – le digo.

— ¡Te hice dos hijos en una sola vez! – ushhh.

— ya cállate – la doctora se ríe.

— ¿Y que son? – pregunta.

— aun esta en los primeros meses, eso lo podremos saber a partir del 5 o 6 mes – ayy.

No se si me sentía feliz, o estaba teniendo más miedo por que ser madre primeriza y de dos? No sabía si era un premio o un castigo.

También sentía nostalgia, por que perdí a uno y la vida me devolvió a dos, dos pequeños bebés que con el tiempo estarán conmigo, lo prometo.

𝓘𝓷𝓮𝓯𝓪𝓫𝓵𝓮 ; Benjamín PavardTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon