No sabía el tipo y la clase de persona que tenía a mi lado hasta que tuve que perderla para reaccionar.
Siempre había visto lo malo de él, sus imperfecciones, lo que odiaba y lo que no le gustaba, también odiaba lo tóxicos qué podíamos llegar a ser por estar discutiendo constantemente.
Cuando finalmente decidimos hacer nuestras vidas cada quién por su camino, ahí, fue cuando recordaba todo lo que era con el, lo que le gustaba, lo que me hacía sentir, el sentimiento inefable qué provocaba en mi, recordaba a cada segundo lo que era antes de el, lo que fui con el, lo que fui sin él y sabía, estaba muy segura de que era lo que quería...
También era muy consciente de que estaba mal, de que si arriesgaba tenía las de ganar y perder, finalmente mi corazón y mi cabeza tomaron una decisión y aun que las cosas se veían difíciles, cuando la vida me presento una nueva oportunidad para poder amarnos, quise hacerlo bien, lograr lo que mis expectativas querían desde el principio y no lo que formamos a través de la falta de comunicación y comprensión.
Aun siento que esto es un sueño, pero uno del que no quisiera despertar jamás, estábamos recién casados y viviendo la vida que queríamos.
