veintiocho

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Tenía mi estabilidad emocional por el piso, me moría por hablar con el y a la vez no quería recibir un mensaje de su parte, quería dejar de pensar pero muchas cosas me atormentaban y ni si quiera sabía cuales eran.

Cuando yo quería hablar con el, el no podía y cunado el quería hablar conmigo, yo no podía, lo extrañaba tanto y a penas vamos tres días.

Mañana era el partido y para no levantar sospechas tenía que presentarme, tenía que dejar que me viera aun que no quería ni si quiera mirar el sol.

No entendía por que estaba así y no sabía en que momento deje que las cosas me afectarán tanto si según yo había aprendido a tener todo bajo control.

No es justo que me vuelva a sentir así después de tanto tiempo.

Mi celular sonó y era Ben, esta vez si debía responderle y decirle alguna cosa, algo que no levante sospechas de que ni si quiera me he movido de Francia.

— ¡vida! – digo.

— amor, ¿Qué tal? – pregunta.

— muy cansada sabes, las vacaciones nos asientan bien, quiero ir a Brasil contigo – respondo.

— y yo contigo nena... Pero, revise los movimientos de las cuentas y tarjetas, Erin no has gastado nada en los últimos tres días – ¡joder!.

— tengo efectivo conmigo de mis últimos sueldos, Made pago lo del vuelo y...

— entiendo.

— si.

— ¿entonces no vendrás mañana? – que inteligente era a veces.

Si se supone que estoy en Brasil, claro que no iría mañana, por que para estar presente ya debí haber volado hoy.

— iré el próximo partido amor, este te veré por televisión – continuó mintiendo.

Y me sentía fatal, por que me estaba muriendo por decirle que lo necesitaba, que me estoy muriendo por por dentro y que no puedo ayudarme, que lo necesito más que nunca, que quiero que estemos juntos y que no me deje nunca.

— claro amor, oye pero enviame alguna foto para verte, te extraño – ay Dios.

— si amor, lo haré en cuanto cuelgues.

— ¿Comiste? – ush.

— si bebé y tu? – ni si quiera se cuando fue la última vez que comí.

— también... ¿Qué comiste? – Dios, las preguntas me empezaban a causar ansiedad.

— papas fritas con pollo, estuvo rico y me quede con ganas – me dio antojo.

— me alegra.

Benjamín Pavard

Sentía dentro de mi que todo era mentira, que algo estaba mal, pero no sabía que, Erin me había enviado fotos, me mando videos de ella en el hotel que se están quedando pero no se, también sentía que ya había estado en ese lugar alguna vez.

— ¡reunión general! – grita Lucas y entra a la habitación.

— ¿Qué paso? – pregunto.

— estaba hablando con Amelia y me contó que Made y León adelantarán la boda, son grandes noticias no – dice riendo.

— buenas... Erin no me dijo nada – digo.

— deben estar muy entretenidas en Brasil, tu deja que disfruten, tu céntrate en la selección y después si quieres al salir vamos por unas chicaaaaa...

— ni medio salga de aquí iré a ver a Erin – interrumpo.

— claro, ya cambiaste – se ríe.

— lo que tu aun no haces por Amelia y por tus hijos – respondo.

— entonces iré solo.

— si, ve solo – respondo.

Salió de la habitación y continúe recostado en la cama, tenía eso dentro de mi y sentía que algo no estaba bien pero no sabía que era.

La puerta se vuelve a abrir y ahora es Olivier, el si es bueno en estos temas.

— ¿Por qué estas aquí y no con todos? – pregunta.

— no tengo ánimos – respondo.

— ¿Todo bien?

— si pero no lo se, siento que algo está pasando pero no logro entender si es con Erin o con mis padres, todos están bien, alguien me está ocultando algo — le digo y se sienta al pie de la cama.

— puedo pedirle a Jen que investigue un poco, para que se te pase la preocupación – se ofrece.

— no, no quiero molestar.

— jamás molestas Pavard, Jennifer quiere a Erin así que le hará feliz visitarla – dice.

— Erin esta en Brasil – digo

— uy, entonces que vaya a Brasil, problema solucionado – ríe – ahora vamos que tu aquí no te quedas y menos solo.

Deje mi celular cargando y salimos, todos los chicos hacían algo de entretenimiento, yo solo quería dejar de pensar y darme cuenta de que todo está bien, de que solo es mi imaginación jugandome chueco, de que solo soy yo nervioso por los partidos que se vienen ya que son sumamente importantes.

𝓘𝓷𝓮𝓯𝓪𝓫𝓵𝓮 ; Benjamín PavardWhere stories live. Discover now