veintinueve

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Erin Evers

Estaba en el estadio presenciando los últimos minutos del partido de Francia, me había camuflado lo más que pude para ser pasada por alto.

Me hacia feliz verlo, aun que sea desde lejos y aun que sea solo unas horas, me hacia tan feliz.

El estadio se empezó a vaciar y como de costumbre me quedaba hasta el último, ya eran pocas las personas que quedaban. Camine hacia la cafetería por que tenía apetito, pedí unas roscas con chocolate y espere a que me las trajeran.

Todo fue muy rápido cuando vi a Antoine a unos metros de mi, decidí actuar con normalidad, debía ser pasada por alto.

Me entregaron mi orden y salí de ahí de inmediato, tome un taxi y regresaría a Maubeuge, el esfuerzo de hoy fue muy grande, muy...

Benjamín Pavard

La hora de cenar llego, tome un lugar y como siempre nos divertimos, Griezmann golpeó mi espalda y se sentó a mi lado.

— vi a Erin pero no alcance a saludarla, que linda es – me dice.

— ¿Erin? – pregunto confundido.

— si.

— no lo creo, Erin esta en Brasil con su amiga – respondo.

— entonces la debí confundir aun que para mi era ella, estaba comprando comida – golpea mi espalda dos veces y se va.

— de seguro.

Era obvio que estaba confundido, por que Erin me envió una foto de la televisión con un mensaje diciendo cuanto me amaba y deseándome suerte.

Claro que no.

Dias después...

Tome mi celular y el mensaje de Erin era diciéndome que tomaría el avión a Francia para llegar al partido de mañana, todo estaba normal aún que sentía que no todo era normal.

Erin sola ya debía haberse metido en algún problema, o hacer alguna locura y solo me decía que era bonito y que disfrutaban mucho, era raro que no hicieran ninguna actividad o algo por el estilo.

— ¡Benji! – aparece Lucas pateando la puerta.

— ¿Qué pasa? – pregunto.

— ¿Erin y Made aun siguen en Brasil? – me mira.

— están regresando — respondo.

— no lo creo amigo, llame a León y Madelaine esta con su familia – me dice y me río.

— ¿Qué?

— y Giroud ni si quiera pudo comunicarse con Erin... Es verdad eso de que Antoine la vio en el partido – sigue hablando.

— ¿estas seguro? – le miro confundido.

— no quería ser el chismoso pero algo esta mal y debes investigar.

Asentí y salió de la habitación, tome el celular y no llamaría a Erin, esta vez llame a Made.

𝓘𝓷𝓮𝓯𝓪𝓫𝓵𝓮 ; Benjamín PavardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora