Desperté por el ruido de una mujer que venía con un paciente, al despertar logré que Benjamín también se despertará rápido y asustado.
— ¿Qué paso? – le pregunto a Bran.
Mi mamá, mi hermana y el resto de los presentes se levantaron, nos miraron y ahora todo era un silencio muy triste y preocupante.
Benjamín Pavard
Desperté de golpe cuando Erin se levantó asustada, todos nos centramos en mirar a Bran, se veía muy destrozado pero al ser hombre y quién pasaría a ser la cabeza de los Evers sabía fingirlo bien, sabía ser fuerte y mantener su dolor.
Aun que ya sabía lo que venía, solo quería que el poco de esperanza que tenía en el fondo de mi corazón tuviera la razón.
— Camden, Erin, Emma, Oliver, Benjamín y sobre todo mi mamá, debemos manejar esta situación por el bien de Vicky, debemos ser muy fuertes – se interrumpe por el llanto y Oliver camina a apoyarlo.
No quería moverme del lado de Erin, yo sería su apoyo en este momento de tristeza, yo se perfectamente el papel que su papá llevaba en su vida, era su vida, su primer amor y su todo.
— ¿Qué esta pasando? – pregunta mi mamá.
— mi papá falleció en la madrugada.
Erin escondió su cabeza en mi pecho y empezó a llorar de manera desconsolada, no sabía que hacer ni que decirle, solo la abrace y lo hice tan fuerte que no la soltería hasta que me lo pidiera.
...
— quiero que estés conmigo – me dice dando una sonrisa tierna.
— ¡siempre mi amor!.
Tome de su mano y entramos a la casa, Victoria estaba junto a una señora y personal de la casa, puso una sonrisa de oreja a oreja cuando vio a su hermana entrar.
— ¡Erin!... – le dice abrazandola – ¿Qué esta pasando? Nadie me quiere decir nada y yo me siento muy mal, todo está mal no es cierto ¿Por eso veniste?.
— Vicky preciosa, tenemos que hablar – le dice y le invita a tomar asiento.
— dime.
— te acuerdas cuando eras una niña y yo iba por ti a la escuela, cuando caminábamos comiendo golosinas y yo me sentía mal por que comía demasiado — se ríen – nunca nos falto y tu lo sabes, todo lo que tenemos y lo grandes que somos y podemos llegar a ser se lo debemos a dos personas en este mundo...
— a nuestros papás – responde la pequeña.
— mi niña, papá tuvo que partir a un mundo mejor – le dice y la pequeña nos mira confundida.
Su confusión no se debía a no entender, si no a no poder asimilar lo que estaba pasando, se sintió muy mal, luego abrazo a Erin y empezó a llorar en sus brazos. Tenía tan solo 10 años como para poder asimilar qué su papá había muerto.
— pero no podemos rendirnos princesa, mi papi quería que todos sus hijos fueran unos profesionales y así será, por que el está en nuestros corazones y desde ahí nos guía...
Le decía tantas cosas para consolarla y yo a Erin la miraba con orgullo por que a pesar de su dolor ella estaba siendo muy fuerte.
