Pasaron un par de semanas desde aquella vez, estábamos en la oficina trabajando con Jacob, ya a poco de terminar y tenía que buscar a Benjamín por que nos iríamos a cenar.
Nuestro abogado apareció y las cosas iban a nuestro favor, por lo que a Isaac le darían una condena, Estuard y yo aun estábamos en contacto, se había enterado que su hermano había esta desfalcando la empresa, sentía tristeza pero la vida seguía.
Cuando salí del edificio de Jacob una mujer qué vendía en un puesto se cruzó en mi camino y me ofreció un jugo, le dije que no pero insistió y al final se lo compre, estaba de apuro y casi no le prestaba atención a nada.
Cuando me trajeron mi auto me subí y empecé a conducirlo, me detuve en un semáforo en rojo y aproveche para beber aquello que había comprado, continúe conduciendo cuando de poco a poco sentí como mi vista se nublaba, baje la velocidad.
Benjamín Pavard
Erin no llegaba y sentía mucha hambre, mi celular sonó y era de su número.
— cariño — contesto.
— ¿es usted familiar de la señorita Evers? – pregunta una voz masculina.
— soy su esposo, ¿Quién es usted?
— soy el doctor del hospital ___ la señora llego herida y se encuentra internada y bajo observaciones en este momento...
Pedí información, finalice la llamada y tome un taxi, encima de que no conocía Italia no tenía mi auto y me quería morir, quería estar alado del amor de mi vida y saber que estaba bien.
Llegue al dichoso hospital y al entrar pedí información sobre ella, un doctor apareció atrás mio y dijo que el la estaba atendiendo.
— ¿Qué le paso? – pregunto.
— la señora venia conduciendo bajo sustancias ilícitas, un auto la impacto por detrás y causó que se golpeara la cabeza hacia el frente, llego inconsciente y muy mal aquí pero esta estable – me dice.
Sentí decepción, me sentí mal, me debilite y no por el estado de Erin, era por saber que consumía drogas, esto no lo hubiera esperado jamás de ella y no había una explicación para esto, estaba muy decepcionado.
— ¿Quiere verla? – pregunta.
— no – digo – más luego.
Tome asiento en el sofá y llame a Lucas, no sabía a quien más llamar, solo pensé en el y me contestó.
— ¿Qué pasa churos de mi vida? – contesta.
— Erin tuvo un accidente – digo.
— ¿que le paso? ¿Esta bien?
— venía conduciendo drogada Lucas – interrumpo.
— ¿Erin? – pregunta.
— si
— ¿Y ya la viste?.
— no, no quiero verla ahora – digo.
— estas tonto, es tu esposa y tu vida... Me sorprende mucho que hayas dicho esto pero supongo que tiene una explicación, Erin no sería capaz de – le voy a interrumpir.
