𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄

𝟏𝟖. 𝐕𝐄𝐑𝐈, 𝐕Ä𝐊𝐈𝐕𝐀𝐋𝐓𝐀 𝐉𝐀 𝐉Ä𝐑𝐉𝐄𝐒𝐓𝐘𝐒

Capítulo 18

“SANGRE, VIOLENCIA & ORDEN”

La extensa y amarronada mesa del salón del consejo estaba siendo ocupada este día por los Lores de Ateckdra, los cuales eran súbditos de la corona Worwick y le eran leales al rey.

Dentro de los mencionados se encontraba los dos hijos del rey Veikan, los príncipes Valko y Lexter Worwick y por supuesto no podían faltar los sobrinos del rey, los príncipes gemelos Cedric y Alek Worwick.

Estando el rey a la cabeza de la mesa junto con sus hijos y sobrinos ocupando espacios del lado izquierdo y derecho; Veikan esperaba la presencia de alguien en la sala, dicha persona parecía ser indispensable para llevar a cabo la reunión.

Después de la espera esta persona se hizo presente como se había acordado. Las puertas del salón se abrieron y a través de ellas entró el mencionado junto con su acompañante; el rey le saludo cordialmente y lo invitó a sentarse en la mesa indicándoles sus respectivos lugares.

El hombre fue osado y pidió que se le sirviera una copa de vino, a lo que el rey Veikan intervino negando su solicitud, ya que talvez en los reinos de Ficxia las juntas reales no se respetaban como tal ingiriendo alcohol durante la labor en pro del reino, pero en la casa Worwick aún las costumbres de la antigua Nordhia se respetaban a rajatabla, por ende, Veikan negó el servicio del vino y las órdenes del rey no se podían contradecir.

Valko y Lexter Worwick se notaron un poco irritados con la imprudencia del hombre, mientras que los gemelos lo miraban como si fuera un pedazo de carne para rebanar y cortar en pequeños trozos; lo que avivaba en ellos esa mirada sádica y maliciosa que tenían cuando estaban juntos compartiendo pensamientos al unísono.

Pronto, la voz del rey intervino.

—Me alegra enormemente su presencia en el consejo de la casa Worwick Duque Demer. Le doy la más cordial bienvenida a la casa Worwick a usted y su acompañante…

—Barón Leinal mi rey —Comentó el hombre en tono orgulloso y arrogante.

—Pues a ambos le damos la bienvenida. Los motivos por los cuales cité esta reunión junto al Duque de Xistrinia, título que ha pasado de generación en generación en su familia, es por una simple razón... El palacio Wiczex.

Las puertas del salón se abrieron y cuatro guardias entraron, las puertas se cerraron y estos se colocaron en guardia frente a la puerta con sus manos reposando sobre las empuñaduras de sus espadas.

El duque al solo oír la palabra Wiczex se le notó un sobresalto junto a su acompañante, los cuales cruzaron miradas preocupadas al parecer. Al ver ambos hombres a los guardias en posición el nerviosismo en ellos aumentó y para empeorar la situación, Valko, Lexter y los gemelos no paraban de mirarle de una y mil formas nada agradables.

—¿Sucede algo con el palacio Wiczex mi rey? —preguntó un Lord miembro.

—Mejor dicho Lord, ¿Qué es lo que no sucede en ese lugar? Desde que mi hijo el príncipe Valko estaba de brazos he gobernado estas tierras gracias a la liberación de Ateckdra después de la caída codiciosa de los Vikernes, Los pueblos de Ateckdra ya se encontraban dirigidos por Duques como lo había estipulado el antiguo rey de este lugar, pero dejé bastante claro cuando me senté en el trono de este reino que las costumbres vergonzosas y repudiables que ya se venían practicando no se llevarían más a cabo en toda la extensión de Ateckdra, eso incluye también a Ateckdra como pueblo principal, Extronia, Xistrinia, Kentaurux, Velorum y Xargax, pero al parecer hubieron personas con títulos nobiliarios importantes que no entendieron mis órdenes y palabras.

El duque ya se notaba bastante incómodo para este punto, él más que nadie en esa mesa sabía a qué se estaba refiriendo Veikan en sus palabras.

—Duque —habló Veikan al hombre en la mesa logrando que este le mirara—. Cuénteme una cosa ¿Cómo le va haciendo tratos con los Cangrinos?