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𝐑𝐄𝐃 𝐌𝐎𝐎𝐍

A los 16 años, Vanessa había experimentado una transformación notable. Su belleza había florecido de una manera impresionante, y ahora irradiaba una elegancia y encanto que atrapaba la atención de todos los que la conocían.

Su cabello castaño se había oscurecido aún más, adquiriendo matices más profundos y ricos. Este nuevo tono hacía que su melena, que ahora caía en cascadas de su espalda en ligeras ondas, pareciera aún más sedosa y exuberante.

A algunos la joven princesa se les hacia parecida a lo que un día fue la princesa Rhaenys pero su belleza ya la había sobrepasado hace mucho.

Los rasgos de su rostro se habían vuelto más refinados y delicados. Sus ojos violetas, siempre sorprendentes, ahora brillaban con una intensidad aún mayor, como si contuvieran secretos y misterios que solo ella conocía lo cual era cierto. Su piel, antes de un tono pálido, se había aclarado ligeramente, otorgándole un brillo natural que la hacía parecer etérea.

El cuerpo de Vanessa se había transformado en el de una joven mujer con curvas suaves y elegantes. Sus senos y caderas habían desarrollado una forma delicada y armoniosa que acentuaba su feminidad. Su figura era esbelta y grácil, y su presencia era un reflejo de la confianza y la gracia con las que ahora se movía.
Se había convertido en la mujer que ella tanto soñaba ser frente al espejo en las lunas llenas

A medida que Vanessa creció, su comportamiento experimentó una transformación notable. Se había vuelto más sofisticada y femenina en su forma de actuar y relacionarse con los demás. Había abandonado sus modales más juveniles para abrazar la elegancia y la gracia que se esperaba de una dama de su posición aunque muchos dijeran que ella se comportaba como una reina digna a los 11 ella sentia que no y esto gracias a las palabras de su padre.
Su inteligencia y astucia también se habían desarrollado de manera impresionante. Vanessa había aprendido a manipular las situaciones con maestría y a mover las piezas del tablero de manera mucho mas estratégica. Era una estratega consumada, capaz de anticipar los movimientos de los demás y planificar sus propios pasos con precisión.

Además, Vanessa había adquirido un encanto y una elocuencia que la hacían destacar en las conversaciones y las interacciones sociales. Sabía cómo usar sus palabras para persuadir y influenciar a quienes la rodeaban.

Vanessa había aprovechado al máximo su tiempo en Oldtown, inmersa en un mundo de sabiduría y conocimiento. Había leído una amplia gama de libros que abarcaban diversas disciplinas, expandiendo su mente y su comprensión del mundo de maneras asombrosas.En el campo de la medicina, había estudiado tratados sobre anatomía, enfermedades y curaciones. Había aprendido a reconocer las hierbas y sustancias que podían aliviar dolencias y heridas, y se había convertido en una conocedora de los secretos de la sanación.Los libros de conjuros y magia habían abierto un mundo de misterio ante sus ojos. Vanessa había explorado antiguos grimorios y manuscritos prohibidos, comprendiendo los rituales y hechizos.

La filosofía había estimulado su mente y la había llevado a reflexionar sobre cuestiones profundas de la existencia y la moral. Había leído las obras de grandes pensadores y había forjado sus propias opiniones sobre la vida, el propósito y la ética.En cuanto a la historia, Vanessa había estudiado los acontecimientos del pasado, desde los primeros hombres hasta los eventos recientes. Había adquirido una visión perspicaz de la evolución de las sociedades y las dinámicas políticas que habían moldeado el mundo en el que vivía.

No había límites para su curiosidad. Había investigado animales místicos y reales, desde las criaturas mitológicas de las leyendas hasta las especies más exóticas que habitaban en los lugares más remotos. Había estudiado venenos y sus antídotos, comprendiendo los secretos de la toxicología.

De Fuego y Cenizas Where stories live. Discover now