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𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋 𝐄𝐘𝐄𝐒

Vanessa sabía controlar sus emociones almenos estando en público. Lo que más odiaba era ver como su padre cuando venía de visita traía a sus dos hijas, Baela y Rhaena, sus hermanas. Ellas habían heredado el cabello blanco y sus pieles eran morenas, eran preciosas pero no habían heredado los ojos violetas.
No las odiaba pero si odiaba ver como su padre las trataba, Daemon no era el ser más cariñoso en la tierra, era duro, aunque con sus dos hijas era ligeramente más blando, se alegraba cuando ellas recitaban unas frases en alto Valyrio, las incentivaba a leer y les contaba cuentos, incluso lo vio en varias ocasiones abrazándolas y jugando con ellas.
Con vanessa nunca había hecho aquello, la criticaba, si no sabía pronunciar bien tan solo una palabra y eso era que Vanessa era la mejor de sus contemporáneos al hablar alto Valyrio, no le molestaba del todo que su padre sea duro, le gustaba ya que podía saber en que estaba fallando aunque aveces deseaba que la tratara un poco mejor,no era tampoco que el príncipe canalla jamás demostrara algún tipo de afecto, acariciaba su cabello cuando la encontraba leyendo, halagada de vez en cuando su intelecto.

Jaelan iā sagon iā dāriaQuiero ser la reina. Le dijo a su dragona Vespereal, consideraba a Vespereal más que una amiga, era su familia y claro estaba que la dragona consideraba a la joven como más que tan solo un jinete de dragón, la conexión de ambas era inexplicable, se decía que cuando el jinete siente algo el dragón también pero en el caso de Vanessa y Vespereal esto también funcionaba a la inversa.Logro que decapitaran a uno de los entrenadores dragón por hincarle con un palo a su dragona, ese día Vanessa sintió un fuerte dolor en la zona lateral del estómago curiosamente lugar donde había sido lastimada su dragona.

Vespereal, había experimentado una asombrosa transformación en su tamaño y esplendor. Ya no cabía en la habitación de Vanessa, que una vez había servido como su cuna y refugio. Ahora, sus alas se extendían con una envergadura impresionante, llenando el cielo con su esplendor morado y violeta cuando volaba.Aun era pequeña pero se notaba que tenía un gran potencial.

Estaba siendo considerada uno de los dragones más bellos jamás vistos, a Vespereal se le otorgaba el apodo de "Furia Nocturna" por su imponente presencia y la elegancia de su vuelo. Sus escamas moradas y lilas habían madurado en tonalidades aún más profundas y vibrantes, y su cuerpo estaba adornado con patrones de escamas que parecían obras de arte en sí mismas.

Los ojos de Vespereal, una vez jóvenes y centelleantes, ahora reflejaban una sabiduría antigua y una tranquilidad serena. Cuando posaba su mirada en alguien, transmitía la sensación de que te analizaba el alma, misma mirada que poseia Vanessa. Sus alas, por dentro, todavía conservaban el misterioso negro de la noche.

La dragona estaba recostada mientras Vanessa estaba sentada a su lado, había puesto una manta para no ensuciar su vestido con el polvo del suelo. La dragona parecía entenderla cada vez que ella le hablaba .Aún no la había montado era pequeña todavía además no sabía si le gustaría montar a dragón, cuando su padre la había montado en Caraxes sentía que las cuerdas y ataduras lastimaban sus manos y las volverían callosas,  no quería tener las manos callosas, luego el dolor en la entrepierna pues la silla de montar no estaba preparada para ella y a Daemon le importaba mínimo tener cuidado, el hacía piruetas con su dragon que provocaban que Vanessa no quisiera estar más tiempo en el aire aunque debía de admitir que le agradaba la sensación de estar en lo más alto sintiendo que todo el mundo estaba bajo sus pies.

Después de un largo rato a solas con su dragona volvió a los pasillos de la fortaleza roja, caminaba con tanta gracia que los guardias que pasaban no podían evitar mirar a la joven, era una gran promesa en torno a belleza aunque nadie a excepción de Aemond y su padre se daban cuenta de él potencial mental que tenía ella. Si fuera hombre pensaba Daemon imaginándose el potencial que hubiera tenido si entre sus piernas un miembro viril colgara, sería su adoración pero había nacido niña.

De Fuego y Cenizas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora