𝟱𝟱| 𝗟𝗨𝗖𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗣𝗔𝗗𝗘𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦.

611 67 156
                                    

Caminaba por el pasillo rumbo a la suite del hotel, sintiendo el dolor en la mano que me había lastimado en el entrenamiento. No era nada grave pero me molestaba un poco. 

Llevaba el morral con mi ropa sobre el hombro, esperando llegar pronto a la habitación y descansar todo lo posible. Saqué la tarjeta electrónica y abrí la puerta de nuestra habitación, el aroma a limpio me abrazó las fosas nasales y una voz rompió las masas de aire. 

Era Cissy, estaba sentada en el sofá con ropa corta y deportiva mientras hablaba por teléfono.

─Oye... ─bajó la voz al notar que era yo quien entraba por la puerta─. Sí, escucha, tengo que irme, te llamaré después.

Tiré el bolso a un lado y me acerqué a ella mientras escuchaba murmullos provenir del móvil.

─Yo también te quiero, cuídate mucho por favor, adiós. 

Y sin decir más colgó y me quedó mirando con seriedad. 

─¿Quién era? ─pregunté esforzándome por sonreír y al mismo tiempo no sonar celoso ni posesivo.

─Jamel. ─soltó sin titubear. 

Un escalofrío me recorrió la nuca al escuchar aquel nombre después de todo lo que había pasado. 

─Oh... ¿Y cómo está él? ─balbuceé.

─Bien. ─respondió con sequedad.

Apreté la mandíbula y la cabeza me dio un vuelco intentando encontrar una manera de cambiar el tema.

─¿Me extrañaste hoy? ─empecé acercándome para besarle los labios, pero ella movió discretamente el rostro causando que sólo pudiera besarle la mejilla.

Sentí un nudo en la garganta y una punzada en el pecho.

─Seguro. 

La rubia se acercó a la maleta con su equipaje y sacó sus accesorios para luego colocarlos sobre una mesita y empezar a buscar algo en su interior.

─¿Cómo te sientes? ─pregunté tratando de mantener la calma.

Y sin molestarse en contestar, sólo me ignoró por completo.

─¿Quieres algo de... tomar? ─insistí en busca de escucharla decir algo.

Me acerqué al minibar para sacar una soda, le ofrecí una pero al ver que ni siquiera se dignó en mirarme caminé hasta la orilla de la cama y me dejé caer mientras le daba un sorbo a mi bebida de manzana con gas. 

Al sentarme noté que habían un par de revistas en la cama y en todas las portadas estaba la foto de... Rachel con esa estúpida camisa. Sentí que se me revolvió el estómago al recordar lo que pasó ayer y mi respiración se tornó pesada automáticamente.

─Oye... ─suspiré nervioso─. Escucha, Narcissa, no quiero que te atormentes pensando en lo que pasó, sólo...

─No quiero volver a hablar del tema, Stephen.

─Te dije que lo solucionaría y que...

─Sí, ya te escuché, pero todavía sigo sin saber qué harás para solucionarlo.

─Yo... bueno, es complicado, pero créeme cuando te digo que...

Zummm, zummm.

─¿Qué es eso? ─fruncí el ceño al escuchar un zumbido y notar que no era mi teléfono.

Zummm, zummm.

Me giré en busca del sonido y noté que había un móvil vibrando sobre la mesa de noche, por el protector supe que no era de Narcissa, pero si no era de ella entonces...

NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.Where stories live. Discover now