𝟰| 𝗕𝗢𝗥𝗥𝗔𝗖𝗛𝗢𝗦 𝗬 𝗡𝗢𝗧𝗜𝗖𝗜𝗔𝗦.

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─¿Embarazada? ─repetí sin darle crédito a mis oídos. 

Hubo un corto silencio incómodo, Camille y yo nos quedamos mirando perplejas por un par de minutos hasta que finalmente estallamos en una carcajada tan fuerte que de no ser por mi estado seguramente me hubieran echado del hospital. 

─¿Embarazada? ─reiteré entre burlas─. No, no, definitivamente no.

─Lo siento, pero ella no está embarazada, doc. ─siguió la pelinegra junto a mi tratando de retomar la seriedad. 

─Los análisis indicaron que...

─Sí, acaba de decirme lo que indicaron los análisis, pero es imposible, perdí la cuenta de la última vez que me acosté con mi novio.

Tensioné la mandíbula en cuanto se me refrescó la memoria.

Ex novio. ─corregí.

─¿Terminaste con Billy? ─intervino Camille confundida, pues claramente no me había dado tiempo de contarle esa parte de la historia.

─Los falsos negativos son muy comunes pero los falsos positivos no, así que si quizás esto no era algo que usted estaba esperando pues... lo lamento mucho, pero no puedo hacer nada al respecto. ─siguió el doctor.

─No, no, debe haber un fallo en sus exámenes. 

─Según los estudios, también se supone que usted debe tener aproximadamente un mes de embarazo, y es muy pronto como para descubrir el sexo del bebé. ─suspiró dándole una rápida ojeada a los papeles que tenía entre sus manos─. En el estado de Massachussets tenemos una lista variada de opciones, así que puede elegir entre continuar con el embarazo y convertirse en madre, bien sea madre soltera o compartir la custodia con el padre del bebé, así como también puede considerar la adopción como una opción, o en su defecto, optar por un aborto. 

─P... pe...

─Le daré unos minutos para que procese toda la información, entiendo que un embarazo no es fácil de digerir, así que iré a encargarme del papeleo y volveré con una orden de salida para que pueda irse a casa.

─No, espere, no...

Y sin permitirme terminar de hablar, el doctor dio media vuelta y me dejó con las palabras en la boca.

─¿Embarazada? ─repetí casi que sin aliento y con la mirada perdida.

Estaba en shock, es que era imposible, ¿Cómo voy a cuidar de un bebé cuando ni siquiera puedo cuidar de mí misma?, no tengo ni medio centavo en mis cuentas de banco y el padre del feto es un completo fracasado, no puedo ni imaginar lo miserable que se volvería mi vida si decidiera tener un hijo con alguien que ni siquiera amo, con alguien que de paso no tiene la estabilidad económica ni emocional para lidiar consigo mismo.

─Oh Dios mío, Cissy, ¡Que estás embarazada!

Y mientras yo parecía estar a punto de romper en llanto ella parecía estar a punto de saltar en un solo pie.

─¿Cómo te sientes? ─preguntó acercándose a mí con una sonrisa de oreja a oreja.

No fui capaz de responder, sólo me quedé congelada repitiendo la palabra embarazo una y otra vez en mi cabeza.

─¡Esto es maravilloso, serás una gran madre! ─seguía y seguía. 

Sentí un cosquilleo en la garganta, por un minuto no pude respirar y finalmente se me cristalizaron los ojos.

─Esto es una mierda. ─musité causando que la felicidad abandonara su cuerpo de inmediato.

─¿Qué? 

NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.Where stories live. Discover now