EL PARAÍSO Y SUS ECOS

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ORÍS.



Las creaciones siempre terminan revelándose en contra de sus creadores, ¿por qué?. Una variante que no siempre tiene una explicación y no tiene por qué tenerla; no hay bandos que tengan o no la razón, puede sonar absurdo, pero todos la tienen desde su propia perspectiva, por eso es importante conocer todas las que podamos para así mismo elegir a cuál pertenecemos.










—¡Vamos! —Danel me guío a otro lugar lejos de los caídos y Sitael.









Al sitio que me llevó era enorme, como un jardín, pero este tenía construcciones preciosas, parecía ser el hogar donde las criaturas tenían su centro para vivir; nubes blancas, grises y otras más oscuras rodeaban las cercas navegando en el lugar, en algunas partes había agua, agua paralizada en medio, las criaturas podían ser diminutas, pero otras tan grandes del tamaño de planetas. Había cosas parecidas a las de la tierra, pero en un estado magnífico, era todo en un estado neutral.










—Aquí estarás mejor —soltó un respiro de alivio— Eso no debía pasar, supongo que necesitan que alguien los eduque y ese tendré que ser yo, bueno por fin tendré algo que hacer después de mucho tiempo.







—¿Te revelarías encontrá de tu señor? —quise saber.








—¡No¡jamás haría tal cosa. Esos pensamientos jamás cruzarían por mi mente —dijo convencido y tan pronto como fue posible.








—¿Por qué?.








—La lealtad y amor pertenecen a la grandeza de quien te creó por obligación del existir, cuando comprendes esa grandeza y la conoces, solo entonces la lealtad y amor pertenecen por decisión de vida propia —expuso — Mi lealtad y amor le pertenecen a mi señor por decisión de vida propia, pues he comprendido su grandeza.








Extendió una mano mostrando nuestro al rededor.







—Aquí podrás pensar, es lo que necesitabas —puso distancia— El complejo deja de ser un laberinto cuando dejas de ser parte y te conviertes en él.








Se retiró con una sonrisa.








Buscar nos hará libres, pero libres ¿de qué?, ¿de nosotros mismos? ¿Del infierno? ¿De Lucifer? ¿De nuestro propio creador?. Cada ser vivo pertenece a una realidad, una realidad por la cual estamos dispuestos a ocasionar batallas con tal de defender, por qué esa realidad es quienes somos, es nuestra entidad. Pero qué pasa si todo eso se ve irrumpido por algo más fuerte, algo que ponga en riego el origen mismo.









Camine unos pasos hasta lograr sentarme en un acantilado a la orilla de un vacío que me resultaba familiar o de verdad deseaba que lo hiciera. ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos? ¿Cuál era la verdad de nuestro existir?. ¿Quién era yo?. El creador de los cielos me había dado el aliento del espíritu de vida, pero no como celestial puro, sino como todas las vidas posibles dentro de su creación, podía sentir, vivir como todas ellas. Para recuperar todo lo perdido, incluyendo mi existencia humana debía y quería reiniciar para así tener un inicio y quizás un final.









—Dime qué no es extraordinario —su voz ronca, pero suave alertaron sobre su presencia.









No puede evitar no voltear a verlo; su cuerpo humano era alto. Llegó y se sentó a mi lado. Era desconocido para mí, aun así confiaba de una manera que no entendía.









ℛ𝒜ℳℯ́Where stories live. Discover now