Capítulo 68

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— ¿Estás diciéndome que hiciste un pacto con el señor tenebroso, arriesgaste tu vida, mentiste sobre que la varita de Sauco estaba bajo tu posesión, moriste, pero te revivió la piedra de la resurrección y todo esto fue plan entre ... Snape, Potter y tú?

Draco no podía creer ni una palabra de lo que yo le estaba diciendo, aunque bueno, es cierto que parece un poco surrealista.

— Amor, aún te duele la cabeza. Puedes dormir un rato y luego hablamos bien.

— No — me levanté de la cama sintiéndome rara — ya me siento mejor, vamos con los demás.

— No creo que sea una buena idea Mystery, eres un poco terca.

Hice caso omiso a lo que decía, lo tomé de la mano y salimos, todos los que habían quedado estaban en el Gran comedor. Vi de lejos a Mcgonagall hablando con el profesor Slughorn, los tres nos sonrieron.

—¿Terry?

Me encontré a Harry, se acercó y me abrazó. ¿Entonces así terminaría esto? ¿Abrazando a quien odié durante Hogwarts?

— No pude haber echo esto sin tí, debo decir que fuiste de gran ayuda, bueno, el profesor Snape y tú.

— Lamento que hayan muerto tantas personas — fue lo único que dije como respuesta, el ambiente no era el mejor, había muchas familias lamentando las pérdidas.

— Serán recordados como héroes, nosotros nos encargaremos de recordarlos.

Asentí y lo volví a abrazar, tenía tantas emociones encontradas ahora mismo. Alguien detrás mío carraspeó, había olvidado a Draco.

— Potter.

— Malfoy — los miré, uno al otro — Es bueno verte con vida.

— Lo mismo digo — el rubio frunció el ceño — Ahora serás famoso por haber detenido al mago más poderoso.

— Y tú serás recordado por haber abandonado el lado malo en la guerra.

Harry levantó la mano y se la extendió a Draco, un poco dubitativo aceptó y se la estrechó.

— ¿Es muy tarde para empezar de nuevo?

Esperé impaciente la respuesta de mi novio, que parecía intentar poner resistencia. Pero al final, todos tenemos un lado bueno dentro  nuestro.

— Soy un Malfoy, el lema de mi familia plantea que existen las segundas oportunidades. Y por qué no, Potter, pero debes recordar que tú fuiste el que me rechazó en primer año.

Los tres nos reímos, de nosotros mismos.

— Esperaba que me acompañen afuera — soltó Harry — a la entrada, hay algo que te pertenece Terry.

Con Draco nos miramos raro, pero lo acompañamos a la entrada, dónde además estaban Ron y Hermione. Hermione tenía algo en sus manos, la varita de Sauco.

— Creo que es lo justo que tú decidas que hacer con ella — dijo Harry entregandomela.

—¿Yo? Pero tú tienes la posesión.

— Pero Dumbledore te la dejó a tí.

La tomé y pensé si realmente quedarmela, pero todo me recordaba a problemas y sabía que no me pertenecia, así que hice lo primero que se me ocurrió, partirla en dos y lanzarla al vacío. Los cuatro nos quedamos mirando a la nada.

— Lamento si esto fue algo insensible.

Harry me abrazó por los hombros delicadamente — Al contrario, creo que hiciste lo correcto. Todos hicimos lo correcto.

—¿De verdad lo crees? — preguntaron Ron y Draco paradójicamente al mismo tiempo.

— Lo importante es que seguimos aquí y que todo terminó, ahora somos los encargados de reestablecer el mundo mágico — dijo Hermione — y tenemos que hacerlo juntos.

— Juntos — repetí.

El atardecer caía sobre nosotros, algunas lechuzas volaban por los aires y la brisa se escuchaba rugir. Tomé la mano de Draco, que permanecía a mi lado.

—¿Entramos? — preguntó Ron algo distraído, claro que arruinando el momento de paz y reflexión.

— Vamos con los demás, tenemos que terminar de ayudar con la reconstrucción del castillo.

La mejor bruja || Draco MalfoyWhere stories live. Discover now