Capítulo 59

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— Solo pude averiguar que Potter y los demás escaparon, solo eso — suspiré con alivio, Draco se sentó a mi lado y me entregó una taza de té — No puedo creer que estés aquí, tengo miedo de despertarme mañana y que desaparezcas.

Sonreí y le acaricié la mejilla, se apoyó contra la palma de mi mano y cerró los ojos unos minutos.

— Necesito pedirte un favor más.

—¿Qué? — preguntó con duda pero sin ser brusco.

— Potter tuvo una visión y necesito saber si mi abuelo, si Grindelwald está vivo.

Se quedó congelado, esa expresión hizo que me dé cuenta que él sabía más de lo que acaso yo podía saber.

— N-no te enteraste...

—¿De qué me tengo que enterar? — la estúpida sonrisa se borró de mi rostro — ¿Qué pasó?

— Solo sé que él.. el señor tenebroso fue a buscarlo por la varita de Sauco y — negó varias veces — hubo una discusión.

— Y lo mató — afirmé mirandolo fijamente.

— Lo lamento mucho Terry, de verdad lo siento. Las cosas no debían darse así, mucha gente está muriendo.

No contesté, termine de doblar la poca ropa que tenía. Miré la varita de Sauco a un costado de la habitación, ¿Cómo podía ser que un objeto tan pequeño sea tan poderoso?

— Él no la conseguirá — dijo viendo a la dirección a la que yo estaba mirando — creo que no lo sabe.

Con que Dumbledore supo salirse con la suya, terminó matando a mi abuelo. No solo lo arrastró a una vida condenada, sino que también al mismo destino: una muerte segura.

— Dumbledore me legó la varita más poderosa del mundo mágico, y tiempo después matan a mi abuelo por eso.

Draco me abrazó por detrás.

— Solo tenemos que lograr que termine esta guerra.

— ¿Crees que será posible Draco?

No contestó, no podía contestarme, sabía que el poder de Voldemort aumentaba cada vez más y solo un milagro podía ganarle

— Yo no lo creo.

Acarició mi costado y me pegó a su cuerpo.

— No quiero pensar en eso, no ahora que te recuperé. Vamos a fingir que todo está bien ¿Puedes hacer eso por mi, Terry?— preguntó cuidadosamente.

Lo besé con dulzura, extrañaba tanto su contacto. Pero no podía prometerle nada, al menos no por esta vez.

Por eso en la noche, cuando me asegure de que estaba dormido me puse mi capa, guardé la varita de Sauco en mi bolsillo y me aparecí en Hogwarts. Era muy tarde, la brisa helada golpeaba mi cuerpo.

Sabía que la tumba de Dumbledore estaba en Hogwarts por decisión de todos, y tenía que devolverle algo que a mí ya no me pertenecía.

Las lágrimas caían por mis mejillas, por primera vez me permiti llorar. Me arrodille frente la denominada "Tumba blanca".

—Quisiera saber por qué me diste tu objeto más preciado, y no se lo diste a Harry. Pero ya no tiene sentido, no cuando mi abuelo murió defendiendote, pensando que no era yo la que tenía esta varita.

Me sentía estúpida hablándole a un muerto, muy estúpida.

—¿Por qué?

Luego de unos minutos de lamentarme, de pensar y de torturar mis pensamientos pensé que lo mejor sería irme. Pero irme sola, sin ningún poder, sin ninguna responsabilidad. Y dejar toda esta idiotez detrás.

Devolví la varita a dónde pertenecía, con su dueño. Con Albus Dumbledore.

— Creo que no te odio— susurré por lo bajo sequé los restos de lágrimas y me levanté del suelo. Todo era oscuridad y silencio. — pero no voy a dejar que corra más sangre inocente por algo que yo poseo.

Me desaparecí al instante, mareada y muy conmocionada. Volví a la habitación de huéspedes en la que me estaba quedando en la mansión Malfoy, para mí mala suerte Draco se había despertado, y me miraba con una expresión poco agradable.

—¿Donde estabas?

— Solo fui a solucionar algo, está todo bien Draco.

Me quité la capa y sin dudarlo me recosté a su lado, el rubio enseguida me recibió con un abrazo.

— Todo está bien Draco. Te amo.

— Yo también te amo Terry.

Nos dormimos a los pocos minutos.

Mientras tanto esa misma madrugada, un hombre había irrumpido en la tumba de Albus Dumbledore , Voldemort sonrió al encontrar la varita de Sauco en el lugar donde se imaginó que iba a estar. Soltó una risa maligna, esta varita consolidará su éxito, su poder, su victoria. Estaba convencido que era completamente indestructible, eufórico lanzó un hechizo con todas sus fuerzas al cielo haciendo uso de su nueva adquisición.

El mundo mágico iba a cambiar.







La mejor bruja || Draco MalfoyWhere stories live. Discover now