Capítulo 66

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Narrador Omnisciente

Por fin Harry Potter, el niño que vivió, había dejado que los demás descubran su piadosa mentira, estaba vivo y era capaz de enfrentar nuevamente a Voldemort. Este miraba incrédulo la situación, se había dejado engañar y había sido traicionado, estaba consciente de que en estos momentos se escontraba debilitado.

— El profesor Snape siempre fue un espía de la Orden, nunca tuviste su fidelidad completa, siempre supimos todo, la varita de Sauco no le pertenece a Mystery — soltó de pronto haciendo que el hombre abra los ojos de par en par — me pertenece a mí. Yo la desarmé, la lealtad me pertenece y además destruimos la mitad de tus horrocruxes. ¿De verdad quieres seguir con esto?

Era la verdad en muchos sentidos, con respecto a la varita de Sauco era cierto que la fidelidad le perteneció a Terry durante mucho tiempo, pero esto se rompió cuando mientras los dos buscaban destruir el guardapelo Harry la desarmó ganándose la lealtad de una varita que quizás siempre debió pertenecerle.

— Estás equivocado, hay un horrocrux que les faltó destruir.

Harry lo sabía gracias a Dumbledore, sabía que el séptimo Horrocrux de Voldemort era él.
Ambos lanzaron sus hechizos en un grito casi simultáneo, Harry intentando desarmar a Voldemort y Voldemort intentando asesinar a Harry.

Todos estaban atentos a la situación, en especial cierta rubia que sabía lo mucho que Harry necesitaba ganar este duelo. Draco Malfoy había aparecido al lado de Terry.

— ¿Estás bien princesa? — susurró, Terry asintió y solo por un momento la preocupación invadió su mente, estuvo tan ocupada preocupándose en los demás que no llegó a pensar qué sucedería si el plan no resulta. No dijo nada, se quedó callada y tomó la mano de su novio, pero él la soltó.

— Mis padres se fueron, escaparon — murmuró — yo no me puedo ir de aquí, no si tú quedas.

— No me puedo ir Draco.

Él solo se mantuvo ahí, parado como todos, esperando que el duelo termine. En cierto momento todos vieron como la luz que salía de la varita de Harry empezó a superar a la de Voldemort.

Cuando el mayor lanzó el maleficio, este término rebotando debido a que la varita de Sauco se negaba a atacar a su verdadero dueño. En cámara lenta se produjo la distracción del señor tenebroso, de uno de los magos más poderosos del mundo, lo había vencido un adolescente, el niño que vivió, el niño al que dejó sin padres solo para conseguir lo que más quería en esta vida: poder.

Todo quedó en silencio, quizás nadie podría entender como terminó la guerra, los mortifagos que quedaban comenzaban a desaparecer y Harry estaba parado frente al espectro de Voldemort. Se acercó a la varita de Sauco y la tomó en manos, lo había protegido.

— Terry, Potter lo hizo, lo hizo..

Draco miró a su novia, quien apenas podía mantenerse de pie. ¿Así se sentía? Una luz blanca cegante pasó frente a sus ojos y nada le permitía saber si estaba consciente. Oyó unas voces de lejos, cada vez más de lejos, en un último suspiro se aferró al objeto que estaba entre sus manos, tenía que funcionar.
Lo haría funcionar.

Su novio, muy angustiado, no entendía por qué no respondía, ni por qué su tono de piel estaba más pálido, no entendía nada. Solo la tristeza agridulce del momento, ganaron la guerra, pero ¿Son capaces de perder tanto?

— Draco apartate de ella, la estás asfixiando.

— Padrino ¿Qué le pasa? No responde, no respira, fue repentino, está como ausente — empezó a respirar más rápido — Por Merlin qué le pasa. Haz algo.

— Tranquilo — el pelinegro la tomó en brazos, esperando que todo funcione — Mystery, la guerra terminó. — le susurró a la chica en su oído — lo logramos, por favor despierta, ya tienes que volver.

La mejor bruja || Draco MalfoyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt