Capítulo 15

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— Esta tarde tenemos entrenamiento de Quidditch, no faltes Purefoy — dijo Flint de malhumor, para salir de la sala común de Slytherin. Lo maldije por dentro.

Estábamos preparando lo TIMO'S, eran exámenes muy difíciles que abarcaban demasiados textos para leer y memorizar. Mi preocupación principal era pociones.

—¿Estás estudiando?

Me giré ante la voz tan obvia de Draco, quien me examinaba desde la puerta de su habitación.

— ¿No lo ves? Parece demasiado claro.

Tomó mis hojas de escritura y escritura y más escritura.

—¿Pociones? ¿Sabes que si Snape te califica esto ahora mismo es capaz de ponerte un Troll, no?

Apoyé mi cabeza contra mi brazo con impotencia, bueno, sabía que era un asco en esta asignatura.

— Yo puedo ayudarte.

Subí mis ojos hacia su rostro, no había una pizca de broma en él. Estaba muy serio mirando hacia mi dirección.

— Digo — aclaró — Snape me da clases de repaso todos los veranos, no por nada soy el alumno muy inteligente de todo quinto año.

—¿Eso es posible? Mataría por unas clases privadas con Snape, necesito al menos un suficiente en su asignatura.

— Bueno — se acercó al borde de la  mesa en la que yo estaba sentada — digamos que es posible si eres un Malfoy.

— Pero yo soy una Purefoy.

Sonrió.

— Tengo una propuesta, puedo ir por dos chocolates calientes a la cocina y ayudarte a terminar, o mejor dicho a volver a hacer esta tarea.

Negué — Olvídalo Draco, ya es tarde, mejor ve a dormir. Yo supongo que dejaré esto como está y voy a seguir...

— Está bien insisto, no puedo dormir todas las noches. No siempre duermo.

—¿Y dónde pasas las noches? — cuestioné dejando que por una vez la curiosidad me gane.

Sus ojos grises me invadieron como cuchillos que me apuñalaban lentamente, por supuesto que lo había tomado por sorpresa.

— Depende — carraspeó — a veces solo en mi habitación, y otras veces subo a la torre de astronomía.

La torre de astronomía, menudo lugar curioso para pasar una noche de insomnio.

— Entonces ¿Aceptas mi propuesta? — insistió.

Lo pensé, ¿Pasar unas horas de la noche estudiando con Draco Malfoy que, ciertamente, sabía más de Pociones que cualquiera de mis amigos?

— Está bien.

Sonrió con suficiencia — Entonces iré por esos chocolates calientes.

*

No tardó ni siquiera diez minutos, llegó con dos tazas, se sentó muy cerca de mí y tomó los libros que estaba usando para estudiar. Observé la elegancia que tenía para hacer pequeños actos, era algo casi placentero de observar.

—¿Te das cuenta que estás leyendo mal las recetas de las pociones? — cuestionó con una ceja alzada — además anotas mal las medidas, así nunca podrás tener una poción aceptable.

— Eso no es verdad — tomé el libro que él estaba corrigiendo —o bueno quizás si...

— Mira, voy a anotar las correctas medidas, ¿Bien?

El único sonido era el de la pluma escribiendo contra el papel, tomé la taza que Draco me había ofrecido.
Algo burbujeante llamó mi atención, algo que quizás no era del todo común en una taza de chocolate caliente.

—¿Este chocolate de dónde lo sacaste?

— Lo hicieron los elfos que trabajan en la cocina — contestó sin despegar su vista del papel.

Me quedé en silencio, incapaz de decir algo más, apoyé mis labios sobre el borde de la taza y cuando ellos tocaron el líquido caliente tuve una sensación que nunca había experimentado, algo que me hizo entender que ahí no solo había chocolate, leche y azúcar.

Para no ser descortés, tomé solo un poco de líquido y dejé la taza sobre la mesa. Justo en ese momento Draco dejó de escribir y me miró.

— Bien, aquí están tus correcciones. Además anoté otras cosas que habías hecho mal.

— Bien, gracias. Creo que ahora sí puedo practicar.

—¿Te sientes bien Terry? — mi nombre en sus labios sonó más que bien.

— Bueno si, pero ya estoy cansada.

— Dime, Terry, ¿Cuando es la próxima reunión de la asociación que creó Potter?

— No lo sé, supongo que el próximo viernes, quiero decir, mañana.

—¿En dónde?

— En la sala de menesteres como siempre — reí nerviosa — haces preguntas muy raras, rubio.

— Lo lamento, pero olvidé la hora.

— De tres a cinco, ya me estoy aburriendo de que me cuestiones.

Me acarició la mejilla haciéndome volver a un sentimiento más parecido a la realidad. — Está bien Terry, no voy a cuestionarte más.

Se levantó y dejó su taza que seguía llena, porque apenas había tomado unos sorbos.

— Que descanses — se acercó más a mi y me besó la misma mejilla que segundos antes había acariciado — buena chica.

Pero no entendería el significado de esas palabras, no en ese momento.

La mejor bruja || Draco MalfoyTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang