Capítulo 41

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Alguien acarició mi cabello haciendo que me despierte, lo último que recordaba era haber pasado toda la noche en la enfermería esperando que Draco despierte y tenga una buena respuesta a las pociones.

— Hmm — me puse feliz al ver que era él quien me acariciaba, y que lucía mucho menos pálido —¿Cómo estás cariño?

— Dolorido, y un poco hambriento. ¿Pasaste toda la noche aquí?

— Por supuesto que lo hice — me levanté y tomé algunas ranas de chocolate que Blaise y Theo habían dejado para Draco — con el permiso del profesor Snape.

Abrió las ranas de chocolate que le di, aunque un poco desanimado.

— Potter fue un idiota — murmuré en voz muy baja —¿A quién se le puede ocurrir lanzar un sectusempra?

— Está bien — contestó del mismo modo — él sabe que lo de Katie Bell fue mi culpa, estaba indefenso y no pude ni siquiera defenderme.

— Si Snape no estaba ahí yo... no sabría que hacer — declaré rendida.

Él se quedó en silencio, pensativo, mientras yo intentaba ordenar las cosas que estaban en la diminuta sala.

— Terry, yo no quise que las cosas con Katie Bell salieran mal. Era solo un peón en mi plan para que Dumbledore toque la diadema maldita. Puedes creerme ¿Verdad?

Sonreí y me acerque a la cama, dejé que nuestros labios se unieran en un tierno beso.

— Draco, yo nunca te pregunté nada.

— A veces me preocupas Terry, no importa la acción más cruel o fatal que yo cometa, siempre vas a estar aquí conmigo.

— No seas tonto — sonreí — tus amigos también vinieron a verte. Theo, Blaise, incluso Pansy estaba preocupada por tí.

"No importa la acción más cruel o fatal que yo cometa, siempre vas a estar aquí conmigo."

Lamento todo esto, pero prometo que cuando pueda voy a acabar, si tengo que matar al viejo lo haré. Lo que sea con que ese maniático de Lord Voldemort me deje en paz.

Hizo una mueca de dolor y yo acaricié su brazo por instinto, recordé la vez que me contó lo mucho que le dolía la marca tenebrosa cada vez que lo mencionaba.

— No hablemos de eso, ni de nada, quiero que estés tranquilo y que olvidemos todo solo por una tarde.

Se arrimó al borde de la cama para que yo pueda recostarme junto a él, apoyé mi cabeza en su pecho y me tranquilice con los latidos de su corazón.

— Siempre te necesito conmigo ¿Lo sabes?

Estábamos jodidos, muy jodidos y eso no nos hacía sabios. Jugué con la envoltura del chocolate que Draco acababa de comprar.

— Tan solo imagínate si tuviéramos una vida normal — reí fantaseando — tal vez podríamos volver a jugar a verdad o consecuencia en la sala común.

— O pasar horas y horas viendo cómo pierdes en el ajedrez.

Le golpeé el hombro con diversión y se quejó.

— Comiendo todos los dulces que queramos.

— Y estafando a los niños de primer año robándoles sus dulces, por Merlin Terry no te olvides de eso.

Solté una carcajada y me golpeé la cabeza con mi mano izquierda.

— Somos tan malos en esto, parece que nuestro destino ed estar aquí.

Me tomó de la mano y me volvió a estrechar en tus brazos.

— Tu amor es demasiado bueno para perderlo.

— Creo que las pociones que Madame Pomfrey te están afectando de alguna manera, Draco — sonreí.

— No lo creo, solo estoy fingiendo que todo está bien, que soy otra persona y que mi única preocupación es salir con la chica linda e inteligente que es mi compañera de casa.

— Suena bien, ¿No lo crees?

— Oh Terry, suena bien, suena más que bien.

El resto de su estadía en la enfermería fue así, intentando que él olvide que estaba a punto de cometer algo que no quería. Al final le conté de mi viaje a Austria en navidad, pues pensábamos pasarla juntos, él estuvo más que de acuerdo y pensó que era lo mejor que yo no pase las fiestas con él, pues la situación en su casa estaba tensa.


La mejor bruja || Draco MalfoyWhere stories live. Discover now