La mejor bruja || Draco Malfoy

Capítulo 6

— Siempre compramos los mismos dulces, no sé por qué no podemos cambiar. Déjame solo una salida escoger a mí.

Reía ante los reproches de Theo, a quien prácticamente tuve que rogarle para que no me deje sola en Hogsmeade. Todos mis amigos tenían planes y por supuesto que yo siempre quedaba sola.

— Está bien, te prometo que la próxima vez tú vas a elegir. Solo por esta vez quédate con las ranas de chocolate.

— Me parece un buen trato. ¿Vamos a las tres escobas? En este momento se me antoja una cerveza de mantequilla.

No era mi lugar favorito en el mundo, pero la cerveza de mantequilla sí me gustaba.
Caminamos entre las personas y entramos al gran lugar, no fue difícil encontrar un buen sitio porque Theo empatizaba con la camarera.

— Terry no quiero decirte que voltees pero...

Cerré los ojos escondiendo mi cabeza en el menú mágico.

— No sabía que vendrían aquí hoy — la maldita voz del maldito Draco Malfoy.

— Ahora lo sabes — contesté bruscamente.

Pansy estaba a su lado y nos miraba con aburrimiento.

— Vamos a sentarnos aquí.

Me sobresalté — Aquí estamos nosotros, pueden buscarse una mesa para ustedes.

— No hay otra mesa.

— Está bien Draqui, podremos ir a otro lugar no tan vulgar como este — Dijo Pansy y por primera vez en mi vida estuve de acuerdo con ella.

Y sin embargo, el rubio terco se sentó invadiendo nuestro espacio personal.

— ¿Que se les ofrece?

— Cuatro cervezas de mantequilla, yo invito — dijo Draco soberbiamente.

Rodé los ojos, estaba de mal humor, no quería verle la cara después de la última vez que estuvimos solos.

Draco y Theo hablaban de Quidditch, Pansy se miraba sus uñas y yo tenía ganas de matar a alguien. Esta no era la idea que tenía de Hogsmeade.

Me cruce de piernas porque sentí una molestia en mi entrepierna, lo ignoré.
Pero parecía intensificarse, no era un dolor, no era algo que se semejaba a una tortura...
Volví a cruzarme de piernas incómoda y la sensación fue aún peor, discretamente me aferré al brazo de Theo, que estaba a mi lado.

—¿Estás bien?

Respiré hondo — Si, no es nada.

No hacía falta mirarme al espejo para ver qué mis mejillas estaban sumamente sonrojadas.

— Te ves acalorada — miré con odio a Draco Malfoy que sonreía divertido — ¿No estás acostumbrada a beber cerveza de mantequilla?

De vuelta la maldita sensación que casi me hace rodar los ojos del placer.

— Está bien, volveré en un segundo.

Fui al baño lo más rápido que pude, agradecí que eso ya se habia terminado. Me apoyé contra el lavabo, nunca me había pasado algo así, fue como un deseo sexual profundo que me acechó hasta las nubes, lo que más me preocupaba es que no pude controlar el poder de mi cuerpo.

Me mojé un poco la cara y volví a la mesa, a esa situación incómoda nuevamente.

— Terry, ¿Estás bien? — Theo me miró preocupado.

— Solo fue una mala sensación. Ya estoy bien.

Tomé la cerveza de mantequilla, y bebi el poco contenido que quedaba. Y supe que esto no duraría mucho más.

•

Cuando la jornada terminó y ya era hora de volver a Hogwarts, perdí en el camino a Theo que se quedó coqueteando con una alumna de cuarto año.

En la puerta, Draco, quién parecía estar en todos lados esperaba a alguien.

— Purefoy, te cruzaste a Blaise viniendo aquí?

— No, no lo veo desde que nos encontramos en la tienda de dulce.

— Maldito Zabini — murmuró fastidiado, pero pareció cambiar de expresión cuando volvió a mí. — Por cierto, deberías tener más cuidado.

¿Qué? ¿A qué se refería? Seguí con mis ojos como se alejaba, en un movimiento sutil y elegante soltó su varita y la movió entre sus dedos.

Abrí mis ojos a más no poder, ¿Cómo fui tan idiota? Ya había leído de este tipo de hechizos... Antes.

— ¿Como estuvo la salida? — preguntó Sabrina que estaba llegando — intenté buscarte toda la tarde, no tuvimos suerte.

Guardé todo mi enojo y todo mi orgullo y contesté a mi amiga, mientras pensaba en alguna forma dolorosa para vengarme del maldito Malfoy que se atrevió a casi provocar lo más vergonzoso de mi vida en público.