Capítulo 62

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Entré en la habitación oscura, hacía frío, demasiado. Me daba la impresión que estaba adentro de un congelador y que todo esto era una trampa.
Visualice la figura vestida de negro sentada de espaldas, era reconocible.

—¿Me estabas esperando?

— Es muy predecible señorita Grindelwald — siseó como una serpiente, noté la varita de Sauco en sus manos. Algo dentro de mí se revolvió recordando las palabras de Snape.

Caminé unos pasos hasta llegar a él, había una asiento libre enfrente suyo, no dude en sentarme. Su persona era casi tan intimidante como todos decían, o incluso más.

— Sabes lo que quiero — fue lo único  que dijo mirando a la varita de Sauco — fue muy difícil conseguir la herramienta que puede llevarme a la gloria, solo estoy a un paso, la distancia entre el máximo poder y yo ahora mismo es tan poca... Solo me falta algo que tienes tú.

¿De verdad pensaba eso?

« Todos mis mortifagos estuvieron ahí  la noche que te enfrentaste a Dumbledore, ¿La recuerdas? Casi eres tú la que lo asesina fríamente, todo por defender a tu amigo Draco Malfoy. Probablemente la persona más cobarde que conozco, igual que su padre.
Esa misma noche desarmaste a Dumbledore, consolidando tu lealtad hacia la varita de Sauco.

— No comprendo a qué quiere llegar.

— Quiero vencer a Potter, tengo un ejército grande ahora mismo. No necesito ningún obstáculo que consolide algún tipo de derrota — me miró fijamente, tenía la leve sospecha de que estaba intentando leer mi mente. Usé los hechizos de protección que conocí gracias a Snape. — Necesito la lealtad de la varita de Sauco.

—¿Quién diría que necesitas de mi para ganar?

— Eres más sabelotodo de lo que yo pensaba — removió la varita — no me gustaría que esto termine con un cadáver más, no me importa tu vida, no tuve piedad de asesinar a tu abuelo, tampoco la tendría contigo. Pero Snape confía en ti, y yo debo confiar en él.

Repasé las palabras que formarían la respuesta — eso que necesitas ya no tiene ningún tipo de valor para mí, siempre pensé que Dumbledore hacia esto solo para perjudicarme. Pero... Necesitaría algo a cambio.

Frunció el entrecejo y se acomodó en su silla.

—¿Crees que estás en la posición de pedirme algo a cambio?

— Es muy simple, a comparación de lo que tú necesitas. Necesito protección para mí familia, para mis amigos y principalmente para Draco Malfoy.

Soltó una carcajada, a mi parecer, escalofriante — ¿Entonces de esto se trata? ¿Quieres piedad?

— Estamos en una guerra, todos pueden morir. Estoy frente a un despiadado asesino y lo mínimo que puedo exigirte es que no lastimes a las personas que necesito proteger.

Al parecer lo meditó por un momento.

— Está bien, acepto el trato.

Lo miré con desconfianza — Por más que me entusiasma confiar en su palabra, quiero algo que selle nuestro trato.

Se levantó sabiendo lo que proseguía, nuestros brazos se tomaron, temblé ante su contacto, Voldemort tomó su varita y consolidó el juramento inquebrantable.
Todavía no entendía si estaba haciendo lo correcto, pero necesitaba confiar en que a nadie de mi círculo le sucediera algo malo, creo moriría sabiendo que tuve tanto poder sobre mis manos. Severus Snape confiaba en mí, y en poco tiempo también confié en él.

—¿Esa era la muestra que necesitabas, Mystery Purefoy?

Cumplí mi promesa y le entregué mi poder sobre la varita de Sauco, fue tan solo un hechizo lo que me permitió hacerlo. Voldemort solo tuvo que desarmarme.

— El juramento inquebrantable selló nuestra promesa, si alguien de mis protegidos sufre usted morirá y no será Potter quien lo mate.

— No me intimidas — contestó altanero — si me entregan lealtad, lo cumplo. Yo estaría más preocupada si fuera tú, tienes una responsabilidad que podría condenarte.

Si pierdo el duelo contra Harry Potter, y esta varita no me funciona, toda tu familia va a sobrevivir, absolutamente todos, pero van a ver cómo tú mueres. ¿Y cuál será tu argumento sobre eso?

Me quedé en silencio, mirando al suelo. Imaginándome mil escenarios posibles.

— Gracias por entregarme lo que más necesitaba — lanzó un hechizo que hizo que todo mi cuerpo se paralice para después estallar en un dolor fulminante. — Por eso mismo nada de lo que hiciste funcionó, eres una cobarde, y tu familia y tú confiaron en una persona que los destrozó.

La mejor bruja || Draco MalfoyWhere stories live. Discover now