Destrozada.

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Laura:

Decir que estaba devastada, sería quedarse muy muy corta, me sentía no solo devastada, sino traicionada, engañada, usada y tantos adjetivos más que podía seguir añadiendo a mi lista.

No podía creer que la persona de la que estaba empezando a tener sentimientos profundos resultara ser la misma persona, que me causó un trauma en mi pre adolescencia, la vida era muy injusta conmigo, sin duda.

Primero con Ángel de quién pensaba que tenía la relación más hermosa del mundo, resultó que todo era una mentira y de hermosa no tenía nada y ahora nuevamente esto.

Mis ojos nuevamente se llenaron de lágrimas, pero las limpié con la manga de mi ropa, para evitar llenar el libro que leía con lágrimas que no merecía que derramara por él.

Después de que me reconociera que de verdad fue el quién allanó mi casa, me dijo que me lo explicaría una vez volviera, pues las cosas no eran como parecen, pero yo estaba cansada de esta maldita dinámica, nada siempre es lo que parece y yo siempre quedaba como la estúpida o imbécil de turno.

No quise escuchar más y solo le dije que me dejara en paz y si era posible que se olvidará de mí, cosa que como era en él ni cumplió y empezó a bombardearme a llamadas, así que no me quedo de otra que bloquearlo.

Y por supuesto decidí quedarme unos días más, para poder aclarar mi mente y serenarme y sabía que si volvía, enseguida que lo viera, estoy segura, de que acabaría cayendo y cediendo a perdonarlo.

Pocos días después de ese incidente, Diana me trajo las pruebas y eran unas conversaciones que ella tuyo con él, donde lo confrontaba sobre que había descubierto que él era aquel chico del altercado. Pero la cosa no terminó muy bien, pues parece que Dante la amenazó para que no me contara nada.

Así que esos pocos días que decidí quedarme se convirtieron en tres largas semanas más, casi todas las vacaciones, mis padres por supuesto estaban encantados, he hice todo cuanto pude en disimular mi mal estar, para no preocuparlos de forma tan incensaría.

Además, gracias a ese tiempo pude darme el tiempo de pensar bien y llegué a la conclusión que necesitaba estar un tiempo sola, sin novios ni nada por el estilo. La verdad es que después de dejarlo con Ángel, casi de inmediato empecé a tener algo con Dante y no me tomé el tiempo siquiera para sanar bien las heridas, era como si hubiera querido sacar un clavo con otro clavo y ahora tenía dos clavos que necesitaba tomarme mi tiempo en arrancar y para ello necesitaba estar sola.

Me incorporé un poco en la hamaca de la parte trasera de la casa de mis padres, donde estaba tumbada. Dejé el libro que estaba leyendo a un lado y tomé mi móvil que llevaba un buen rato vibrando.

Miré las historias de mis amigas, que a decir verdad las había tenido un poco abandonadas, por suerte no me lo tuvieron mucho en cuenta por qué también estaban sumidas en sus propias cosas.

Pero por las fotos que cada una subís en las redes sociales, parecían que lo estaban pasando mucho mejor que yo. Aunque eso no era muy difícil.

Caeli se había ido de vacaciones con su bebé y prometido a la casa de sus suegros, Marian, se fue con su padre y hermanastro a pasarlo en el campo y como sus padres estaban divorciados tenía que pasar cada rato con ambos.

Beatriz fue la única que no se fue a ningún lado, Anna se fue con su novio y Eva se fue a ver a sus padres que también estaban separados.

Eva: Estaría bien vernos antes que las clases empiecen de nuevo, ¿no creen?

Escribió Eva en el chat grupal, a lo que el resto comenzó a escribir.

Anna: Es cierto, estás vacaciones, no nos hemos visto tanto.

 Mía [CORRIGIENDO]Where stories live. Discover now