Impacto.

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"¿Por qué mi vida se ha vuelto un drama de telenovela?" Había tomado un taxi en dirección a la casa de Dante, quería arreglar las cosas, he intentado llamarle, pero me ha estado ignorando por varios días

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"¿Por qué mi vida se ha vuelto un drama de telenovela?" Había tomado un taxi en dirección a la casa de Dante, quería arreglar las cosas, he intentado llamarle, pero me ha estado ignorando por varios días. Sé lo terco y rencoroso que podía llegar a ser si se lo proponía, así que, me había armado de valor para ir hasta su casa, a pesar de este tiempo tan horrible. " A veces me pregunto quien de los dos es el adulto aquí."

Cada vez que tengo algo de respiro o un poco de paz, aparece algo que me lo arruina ruina de alguna manera. Dante y yo ya habíamos tenido problemas, pero conseguimos solucionarlo y cuando pensé que todo iba a ir bien aparece mi exnovio.


FLASHBACK:


Después de encontrarme con mi ex en la puerta de casa, lo invité a entrar, a pesar de la extrañeza de tenerlo nuevamente allí y haber entrado incontables veces, la situación resultaba inusual.

—Bueno... eh... ponte cómodo. Estaré contigo enseguida— dije nerviosa.

—Ah, sí, gracias—respondió con la misma torpeza que yo.

Tras cambiar a ropa más cómoda, regresé a la entrada, donde él aún permanecía. A pesar de la indicación de acomodarse, seguía sin hacerlo. Lo guié hacia la cocina, donde se sentó con torpeza, evidenciando su sensación de incomodidad.

—¿Quieres algo de beber?— pregunté cortésmente, obteniendo una negativa con la cabeza.

—¿De qué querías hablar?—abordé directamente el tema mientras me servía un zumo de manzana.

—De camino aquí sabía lo que iba a decir, pero ahora que te tengo en frente, estoy en blanco— respondió nerviosamente.

—Te dejé pasar porque dijiste que querías hablar y explicarte, pero si te has quedado en blanco, no hay necesidad de que sigas en mi casa—fui directa, sirviéndome el zumo.

—Lo siento, nunca quise hacerte daño, lo juro—dijo en voz baja y con la cabeza gacha.

"Pues para no querer hacerme daño, has estado bastante tiempo con Diana a mis espaldas acostándote con ella." Pensé.

—No viniste hasta aquí para decirme esa estupidez, ¿Verdad?—dije bebiendo del zumo para evitar insultarlo.

—Cuando todo eso pasó, ni siquiera sabía que era familia tuya—levantó la vista para mirarme, comenzando a contarme una historia que no quería escuchar, pero que, de alguna manera, me tocó escuchar. 

Ambos se conocieron en una fiesta, donde sus amigos los alentaron a que se besaran, como una especie de juego y como el idiota que es solo siguió el juego. Nosotros para ese entonces ya estábamos saliendo, aunque solo llevábamos unos pocos meses de noviazgo. "¿El decir que llevábamos menos tiempo era para que sonara menos grave?" Según él, esa ocasión fue producto llevado de una borrachera, por lo que decidió no contarme nada y les hizo prometer a sus amigos que tampoco lo harían. Pero la cosa se le salió de control.

—No sé cómo pasamos de un simple beso a acostarnos, pero me prometí a mí mismo que no volvería a pasar y juro que me mantuve fiel...

—Oh, gracias. Seguro que debió costarte mucho— respondí con claro sarcasmo.

—No quería decir eso.—

—Al menos ahora entiendo por qué siempre te mantenías reacio a que estuviera con ella. Tenías miedo de que me contara, ¿No es así?—inquirí, y él asintió avergonzado.

—Cuando corté todo lazo con ella, pensé que por fin se terminó, pero luego volvió de la nada. Pensé que tal vez volvió para intentar vengarse o algo por el estilo, y tenía miedo de perderte— confesó mirándome a los ojos.

—Pudiste haberlo contado, pero no lo hiciste. ¡Preferiste hacerme vivir en una maldita mentira! lo acusé.

—No sabía qué hacer. Nunca en mi vida había estado en una situación así. Quizás mi ego creció al ver que dos mujeres, que nunca creí a mi alcance, estaban tras de mí. Quizás eso me llevó a este gran desastre, y por eso sé que no merezco ningún perdón, pero...

—¿Pero? ¡¿Crees que puede haber algún 'pero' después de soltar algo tan desagradable como eso?!

—Puedo soportar que ya no quieras estar conmigo. Me lo merezco. Pero el que desaparezcas así de mi vida es... es muy duro. He intentado de verdad dejarte en paz y no molestarte, pero te echo tanto de menos. Quizás te haya perdido como novia, pero no quiero perder también a mi mejor amiga— soltó con los ojos humedecidos. Esto me indignó y molestó a partes iguales.

—¿Con qué derecho vienes y pides algo así? ¡No solo te acostaste con ella, a saber cuántas veces, sino que lo ibas a hacer en mi casa si no os detenía! ¿Y ahora me pides que quieras recuperar a tu "mejor amiga?" ¡Debiste pensarlo antes. Ahora ya es...!

El sonido de mi móvil interrumpió lo que iba a decir, y ver que el remitente era Dante me devolvió a la realidad. "Mierda, él iba a venir a mi casa. ¡Lo que me faltaba!"


PRESENTE:


Después de eso intenté hacer todo lo posible para que Dante no viniera, apareció igual y todo acabó en desastre. Y sin ser esto suficiente, Ángel, volvió a presentarse en mi casa hasta lograr qué lo desbloqueara de mis contactos y pidió que nos volviéramos a ver y me prometió dejarme en paz definitivamente después de eso, por lo que acepté. Quedamos en el McDonald's al que solíamos ir juntos. Volver a estar en ese lugar hizo que reviviera los momentos que habíamos pasado juntos, lo que casi me hace que llorara frente a él.

Bajé del taxi nerviosa. "No solo vine a resolver las cosas, sino también a darle una noticia."

Mi madre insistía en que fuera a verlos porque mi padre estaba enfermo, y quería que solucionara el problema con Diana, quien, al parecer, había llenado de mentiras a mis padres. Con que la echando de mi casa de forma injusta y sin dar la explicación. "Ella se acuesta con mi novio y soy yo quien tiene ir a pedirla perdón." Tener demasiado tiempo libre les está afectando al cerebro a mis padres. Además, sabía que mi madre usaba a mi prima como excusa para presionarme más, considerando lo mucho que detestaba a la familia de mi padre, sobre todo a al hermano de mi padre.

Al llegar, saqué el paraguas para cubrirme de la lluvia y llamé a la puerta con nerviosismo, esperando lo mejor, aunque preferiría que no abriera y me evitara la humillación de ser echada sin siquiera hablar. Respiré hondo para relajarme, pero nadie abrió. Insistí unas cuantas veces más, pensando en irme.

—¿No hay nadie?—me pregunté.

"Es cierto que vine sin avisar, pero..."

Cuando estaba a punto de marcharme, la puerta se abrió, pero no era Dante quien apareció. Sino una chica que nunca había visto.  su cabello era de un rosado claro, este estaba hecho un completo desastre, al igual que su ropa, era como si se hubiera tenido que vestir a toda prisa, y no hablar de su pintalabios, que era como una gran mancha borrosa alrededor de sus labios.

Mi cuerpo se quedó estático, mi mente en blanco. El paraguas se cayó al suelo, y la lluvia comenzó a empaparme, pero estaba tan en shock que ni siquiera lo sentí.

 Mía [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora