Listos para acción.

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—Dante, ¿Qué estás haciendo que tarda

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—Dante, ¿Qué estás haciendo que tarda...?

Nik, que abrió la puerta como si esta fuese su maldita casa, pero se quedó congelado con lo que vio a continuación.

"Que se joda, ¿Quién le manda a no tocar la puerta?"

—¡Joder que asco, cierra la maldita puerta con seguro!—grito y volvió a cerrar la puerta.

"¿Soy yo quién debe cerrar la puerta, en mi propia habitación de hotel?" Valeria, aún seguía frente a mí de rodillas, con mi polla en su boca, no disminuyó su ritmo a pesar de lo ocurrido. "Cómo se nota su profesional que es."

"Pero ese capullo tenía razón, se estaba haciendo demasiado tarde para esa maldita fiesta del demonio." Enredé su cabello rubio en mi mano y presioné su cabeza, más hacia mi entrepierna, haciendo que toda mi polla entrara en su boca de una sola vez. Sentí, como se convulsionaba ligeramente por las arcadas, pero no me detuve y seguí follándome su boca como si fuera una jugosa vagina.

Entré y salía, hasta qué pasados unos largos minutos, por fin logré liberarme, corriéndome en su boca.

—Trágatelo—la ordené y ella hizo lo propio y se lo tragó todo, hasta la última gota.

La sonreí en respuesta y saqué mi pene de su boca, a lo que ella aprovechó para darme unos buenos lametones y luego sonreír como la puta que es.

—Nunca me decepcionas Val—la elogié y se relamió los labios.

—si he hecho un buen trabajo, ¿Por qué no te quedas más tiempo? Prometo no cobrarte la siguiente hora—aseguró incorporándose y sentándose en mi regazo.

—Me encantara cielo, pero si me quedo  más tiempo, Nik me cortará algo más que los huevos e imagino que no quieres perder algo tan válido como mi polla, ¿Verdad?—la dije con una sonrisa coqueta.

—Por nada del mundo, eres mi cuchara de oro—respondió devolviéndome la sonrisa.

Se apresuró a besar mis labios, algo que me pilló bastante por sorpresa, pues sabe que no me gusta que me besen y menos cuando me la acaba de chupar y seguramente a muchos más antes de mí. 

"¡Maldita sea! No quiero tener los de otros hombres en mi boca." La aparto bruscamente y me levanto y ella se ríe por mi reacción y añade.

—Tranquilo, me lavé la boca antes de venir a verte.

Me la creería de no ser por esa sonrisa burlona y tono sarcástico que estaba usando y la cual no me gustaba, pero no dije nada. "Se, lo mucho que se excita cuando me enfado." Me acomodo el pantalón, me subo la cremallera. Del bolsillo de mi camisa, saco la cartera y de ella unos cien euros y se los meto en el escote del su ajustadísimo vestido negro.

Ella vuelve a sonreír.

—siempre es un placer haber negocios contigo—Dice, después me tira un beso y me guiña un ojo.

—nos vemos Valeria.

Me despedí de ella cerrando la puerta de la pequeña habitación de hotel. Caminé por el pasillo del mismo lugar hasta la habitación de Nikolai. Este abrió después de varios golpes míos. Me miró de arriba abajo con una mirada inquisitoria, pero lo ignoré y entré.

—¿Eres un ninfómano o algo así? —preguntó a modo de reproche.

—Que yo sepa no, pero quién sabe, a lo mejor voy a que me hagan una revisión —dije con mofa.

—No, que como te toque una mujer, seguro que terminas tirándotela.

—¿Por qué no? Si ella está por la labor...

—¿Te estás oyendo? —me interrumpió mi amigo con voz incrédula.

—¿Qué? No es como que las obligue a acostarse conmigo —solté irritado.

Me molestaba que me juzgara, me hacía ver como si fuera un depredador acechando a las mujeres, cuando simplemente nos usabamos mutuamente.

Nik suspiró y movió la cabeza, riéndose.

—Venga, date una ducha, apestas a sexo y ya sabes lo sensible que es Cristian con los olores fuertes —me recordó.

—Y sabiendo eso, ¿Habéis decidido llevarle a Euforia? ¿Qué tipo de olores crees que habrá allí? —le pregunté sin poder ocultar mi risa.

—Es su despedida de soltero, estoy seguro de que lo disfrutará —dijo mi amigo confiado.

—Y quizás con un poco de suerte abra los ojos y no se case con esa zorra de Lina —añadí.

—Eso es poco problema —me siguió Nik, y ambos nos echamos a reír por tal verdad.

 Mía [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora