Mía [CORRIGIENDO]

Ojalá pudiera saltarme las clases.

—No quiero asistir a clase —expresé con un profundo suspiro, apoyando la cabeza en el pecho de Ángel.

Todos estábamos en la hora de descanso, sentados en el césped del campus.

—A veces creo que tu cabeza funciona al revés, Laura —observó Caeli.

—¿Por qué dices eso?

—¿Tienes ojos en la espalda? Todas rezan por empezar esa clase, y tú deseas lo contrario.

—No entiendo por qué están tan obsesionadas con ese profesor. No es para tanto —me defendí, y mis amigas rieron, mientras yo ponía los ojos en blanco.

—Estoy segura de que solo lo dice porque está Ángel aquí —comentó Anna entre risas.

—Todos sabemos que Laura siempre ha tenido mejor gusto que vosotras —añadió mi novio.

—Claro, por eso acabó contigo —se burló Eva.

—Qué envidiosa. Sabes que no encontrarás a alguien como yo —dijo Ángel entre risas, lanzando trozos de césped a Eva.

—¿Quién te crees que eres, Henry Cavill? —se mofó Eva.

—Ah, ese sí que está para comérselo —comentó Caeli, y todas estuvimos de acuerdo.

Ángel rodó los ojos y bufó.

—Mujeres, pierden la cabeza solo por un tipo un poco guapo.

—¿Lo dices tú? ¿Te recuerdo cómo babeabas cuando conociste a Laura? —provocó Marian.

—¡Eso es diferente! —soltó poniéndose rojo como un tomate, y todas nos reímos.

Así pasamos la hora de descanso hasta que llegó la hora de volver a las clases. Suspiré apesadumbrada, mi novio me reconfortó y me atrajo hacia él.

—Todo estará bien. No dejes que note que estás afectada —susurró en mi oído y besó mis labios de forma dulce.

Después de despedirme de él, mis amigas y yo regresamos a nuestra aula. Entramos esperando que Dante, no se percatara de mi presencia y diera la clase con normalidad. Los minutos pasaron, y entró sosteniendo solo una carpeta en sus manos.

—¿Ética y moral, Ética o moral? ¿Hay diferencias entre sí o creen que son lo mismo? —planteó en voz alta, dirigiéndose a la clase.

—Bien, mientras piensan en una respuesta, haré unos cambios de distribución.