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La molestia me consume porque no obedeció, la ira arde al recordar que se subió al coche de ese imbécil y, sobre todo, la furia se apodera de mí al pensar que huyó como si fuera a matarla

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La molestia me consume porque no obedeció, la ira arde al recordar que se subió al coche de ese imbécil y, sobre todo, la furia se apodera de mí al pensar que huyó como si fuera a matarla. Su rostro reflejaba terror cuando nuestros ojos se encontraron. "¿Qué se imaginaba que haría para salir corriendo así?"

Tratando de encontrar algo positivo, "quizás es mejor no haberla alcanzado." Mi ira estaba tan desbordante que no sé cómo habría reaccionado si la hubiera atrapado. Escucho el crujido del bolígrafo rompiéndose en mis manos. Es la segunda vez. "Al menos esta vez, la tinta no manchó mis manos."

"Todo es culpa de esta estúpida estudiante que me acorraló." Conociendo el mal carácter de Laura, tenía la vaga sospecha de que intentaría escapar. Por eso quise ir a buscarla personalmente, pero no esperé que me detuvieran. "Quizás si no me hubiera detenido, habría llegado a tiempo."

—¡Maldita sea!

"Bueno, también tenía algo de curiosidad por ver qué quería esa chica, no lo negaré." Y todo por un pésimo flirteo; "si quería sexo, solo debió haber sido clara sin tantos rodeos."

Me preparé minuciosamente, suspiré, "pero no desesperemos, sabía que no sería fácil." Desde que vi ese video, la idea se instaló en mi mente. Recurrí a amigos para falsificar lo necesario y entrar a esa universidad. Todo el fin de semana lo dediqué a estudiar y memorizar información, no solo sobre ella, sino sobre todo su entorno.

Incluso tuve que provocar un accidente con aquella mujer inútil, a punto de incorporarse, para ocupar su lugar. "No podía rendirme ahora después de tanto esfuerzo." Golpes en la puerta me sacaron de mi trance. 

—Adelante.

La puerta se abrió y entró Eva, la mejor amiga de Laura, visiblemente furiosa. Cerró la puerta tras de sí, decidida a hacer frente a la situación conmigo.

—¡Eres un maldito canalla!—me gritó señalándome con el dedo.

—¿Canalla? Esa no es manera de hablarle así a tu profesor—dije ocultando la risa.

—¿Qué profesor ni que mierda? ¡Solo eres un maldito estafador! ¡No puedo creer que me hayas usado para acercarte a Laura!—me acusó.

No lo aguanté y me reí con ganas.

—¿No estás siendo muy hipócrita? Tú eres la primera que siempre te aprovechas de ella, para pedirle todo tipo de favores.—la recordé mirándola.

Su rostro ahora exhibía un tono rojo, sin poder discernir si era por la ira, la vergüenza o una mezcla de ambas emociones.

—¡No sé que te habrá contado ese imbécil, pero eso no es verdad!

—¿No es verdad? Fueron tus propias palabras, supongo que las bragas no es lo único que se te suelta cuando conoces a un chico.

Me observó como si le hubiera asestado un golpe directo en el rostro, mientras yo simplemente me limité a sonreír.

—Así que lo tenías todo planeado, ¿No? Mandaste a Nik para que se acostara conmigo—dijo con voz herida.

—Hacerte la víctima no te pega nada ¿Sabes? Es cierto que mande Nik a sacarte algo de información, pero nunca le dije que se acostara contigo, eso fue algo que ambos decidieron, así que no vengas a echarme la culpa, además, por lo que sé, te gustó ¿No?—dije para molestarla.

Se me quedó mirando con la boca abierta, ardiendo en ira.

—Se lo diré, le contaré todo a Laura—me amenazó y yo la miré detenidamente.

—Sé que lo intentarás, pero no lo harás.

Ahora fue ella quién se echó a reír de forma cínica.

—¿Por qué estás tan seguro que no haré? La salvaría de un maldito bastardo como tú.

—Trabajas en un club de Estriptis, lo que está prohibido, si el decano llegará enterarse serías expulsada, a lo que estoy seguro de que no le hará mucha gracia a tus padres...

—Eres un hijo de puta—murmuró.

"¡Ja! Y todavía no has visto nada. Puedo ser más que eso si me lo propongo."

—Así que tengamos la fiesta en paz, ¿Vale? Yo no te perjudicaré si tú no lo haces conmigo, creo que es un trato justo.

—¿Crees que así lograrás que Laura este contigo?—inquirió con tono burlón y yo la eche una mirada gélida.

—Eso no es asunto tuyo.

—Tiene un novio que la ama, respeta y cuida, ¡Y si no fuera el caso, nunca estaría con un tipo como tú, incluso si la siguieras al mismísimo infierno!—sentenció y tuve que hacer acopio de mi paciencia, para mantenerme en mi sitio y no levantarme para agarrarla del cuello y estrangularla.

"Contrólate, solo lo dice para provocarte."

—Un novio atento y amoroso, ¿Crees acaso que me importa? La tendré a como dé lugar y quién se atreva a meterse en mi camino, simplemente lo lamentará—la advertí.

Su rostro palideció y se estremeció asustada.

—Estás enfermo.

—No diría tanto, mi cerebro está perfectamente. Vamos a decir que soy alguien muy persistente, cuando le gusta algo y ahora sal de mi vista.

Sin perder tiempo, se apresuró hacia la puerta. Justo cuando estaba a punto de salir, recordé algo.

—Espera —ordené, y Eva se detuvo en seco, sin voltear a verme.

"Es cierto, mañana no tengo clase con Laura, pero necesito verla."

—Asegúrate de que mañana venga a mi despacho. No me importa cómo, pero hazlo, o serás tú quien sufra las consecuencias.

Ella solo asintió y se apresuró a salir de mi despacho, cerrando la puerta de un portazo. "Veremos si puedo o no conseguirla."

 Mía [CORRIGIENDO]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum