No puedo esperar.

1K 45 11
                                    

Conducía hacia la universidad, donde pronto comenzarían mis clases

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

Conducía hacia la universidad, donde pronto comenzarían mis clases. Al imaginar la reacción de Laura al descubrir que no solo seré su profesor, sino también su tutor, solté una risa que resonó en todo el coche. Este momento me hizo recordar lo sucedido el viernes, arrancándome otra sonrisa. Aquel arrebato de rabia que culminó en un beso.

Mi lengua repasó mis labios, rememorando la sensación de besarla y notando la pequeña herida en mi labio inferior, cortesía suya. "Quizás lo mereciera."

"¿Me comporté como un imbécil? Tal vez.

"¿Me arrepiento de mis acciones? No."

"¿Lo repetiría? Sí, y lo haré de nuevo."

"La culpa es suya por mencionar a ese estúpido novio que tiene." Una sonrisa maliciosa se dibujó en mi rostro.

—Me pregunto si le contó a ese novio suyo, sobre nuestro beso.

"Seguramente no." Incluso si lo hacía no me importaba, pronto lo dejarían. "Me aseguraría de ello."

Estacioné mi coche en el área asignada a los profesores, tomé una carpeta con todo lo necesario y salí del vehículo. Caminé con serenidad por la universidad hacia el departamento de letras, sin apuros, ya que el día se limitaría a una simple presentación.

Al llegar, me presenté al decano, Carlos, un hombre de edad avanzada, con cabello canoso y gafas colgadas al cuello, ligeramente más bajo que yo. Nos estrechamos la mano y, una vez más, se sumergió en las mismas preguntas de la entrevista previa. "Aburrido, sinceramente." Pese a ello, respondí con profesionalidad y una sonrisa, manteniendo la compostura de hombre de negocios.

Tras el tedioso interrogatorio, me acompañó a la sala de profesores, o mejor dicho, profesoras, ya que, salvo por dos compañeros, el resto eran mujeres. Me alegraría, si la mayoría no tuviera la edad de mi difunta madre.

—Él es Dante Serra Lombardo, como ya saben, se encargará de lo que le correspondía a Isabela, mientras está de baja —anunció el decano, obteniendo asentimientos.

—Bien, por favor, Flora, muéstrale lo que tiene que hacer —ordenó, y vi a la mujer esbozar una sonrisa, mientras algunas de ellas soltaban suspiros.

"Mujeres, babean por una cara bonita."

"Bueno, yo también estoy babeando por una cara bonita."

"Rectifico, una cara y un cuerpo muy, muy bonitos."

El decano se retiró, y la sala de profesores se abalanzó sobre mí, evocando esos primeros días de clases cuando tuve que empezar desde cero. Mostré mi lado más amigable, sonriendo y respondiendo a las típicas preguntas sobre mi origen y edad, aunque, sinceramente, poco me importaba.

Finalmente, logré liberarme de mis "admiradoras" con la ayuda de Flora, una mujer de dos años más que yo, de cabello castaño y ojos del mismo color. Caminamos por los pasillos mientras ella me hablaba sobre la universidad, aunque la verdad, me importaba bastante poco. Pero hacía como que la escuchaba, asintiendo de vez en cuando.

 Mía [CORRIGIENDO]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن