EPÍLOGO

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En la oscuridad de su mente abrumada, Harry siente que, de alguna manera irreal y demasiado sacada de película, su cuerpo desciende hacia lo que parece ser un piso de madera.

El lugar está en tinieblas, y lo único que realmente puede vislumbrar es un techo, que también es del mismo material que el piso.

Sus manos se cierran en puños y golpea con fuerza el lugar donde está extrañamente acostado. Sus labios se abren cuando una enorme bocanada de aire entra a través de su boca para llegar a sus pulmones.

Es en el momento en que sus ojos se abren, que todo su cuerpo reacciona y se levanta, sentándose derecho sobre la madera clara de ese lugar desconocido.

La luz es tenue, y una correntada de aire cálido entra a través de la pequeña abertura de una puerta que está detrás de él.

Además, hay una caja frente a sus ojos. Es de cartón, y tiene escrito "verano del 80" con una letra demasiado familiar.

Frunce el ceño, e intenta acercarse hacia ella cuando el sonido de papeles crujiendo llama su atención.

Sacude la cabeza de un lado a otro para darse cuenta de que está rodeado de revistas. Cada una de ellas son del mismo año, en diferentes meses.

Le hacen recordar muchísimo a esas que su hermana mayor leía. TKM o algo así.

Walls, la banda del momento.

Lee en cada uno de los titulares.

El corazón le late tantísimo en el pecho, que cree que en cualquier instante va a explotarle y lo dejará sin vida.

Comienza a ojear, revista por revista, prestando atención a cada imagen y frase que resalta entre las páginas, intentando buscar algo que le diga que no todo ha sido parte de un sueño extraño que le dejó un sabor amargo en la boca.

No hay fotografía de la dichosa banda, sólo alguna que otra de los integrantes con capuchas y de espaldas. Manchones negros que no le cuentan ni siquiera la verdad de todo lo que ha pasado este tiempo.

Hay descripciones y entrevistas, respuestas sin sentido a preguntas idiotas que no esclarecen ni la cuarta parte de su mente borrosa.

Elige otra revista, una con fecha de inicios de diciembre.

¿Tanto tiempo se quedó en el pasado?

Frunce el ceño, más lleno de preguntas que de respuestas, y piensa que los meses vuelan cuando estás en una época que no es la tuya, cuando te enamorás de un demonio con cuerpo humano y un corazón lleno de amor.

Comienza a pasar las hojas, una por una, prestando atención a los detalles y a cualquier cosa que estuviera fuera de lugar.

No encuentra nada más que puras cosas que ya sabía. Como que Louis tiene tatuajes en el pecho y en la espalda, que sus ojos son azules, que prefiere bañarse por las noches.

Le duele tanto darse cuenta que lo conoce así de bien, que en algún instante fue suyo, aunque formara parte de su imaginación, y ahora no es nada más que un recuerdo de un amor vicioso y lujurioso, lleno de besos y sexo en cualquier rincón.

Deja caer la revista al suelo frente a sus ojos, y frota su rostro con ambas manos. La ansiedad de no saber qué mierda pasó comienza a calarle el interior del cuerpo.

Tiene un nudo en el estómago que le impide incluso hasta tragar saliva.

En el fondo, y como si fuera una dulce melodía, Material Girl de Madonna inunda la planta baja.

¿Acaso...?

Con el ritmo cardíaco acelerado, descubre que hay una carta en el buzón de su corazón. A través de cada latido es capaz de leerla, lentamente, intentando comprender por qué todo es tan complicado ahora, tan diferente.

Physical [L.S] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora