30

535 40 28
                                    

Louis desliza lentamente su mano sobre la espalda desnuda de Harry, llegando a su nuca. Sus dedos se cierran alrededor de la parte trasera del cuello de Harry y lo presiona, empujando su cabeza contra la mesita ratona de su camerino.

La punta de su pene golpetea la entrada de Harry, quien se retuerce sobre la madera lacada en color negro. Sus dedos se aferran al borde de la mesa como si estuviera al borde de un acantilado, jugándose la vida para no caer.

—¿Estás seguro que podemos hacer esto? —Harry inquiere, cerrando los ojos por un instante.

El aire se ha vuelto una necesidad de un momento a otro, dado que Louis tiene por objetivo dejarlo sin energías esta noche.

Louis suspira una risa, presionando aún más su pene en el anillo muscular de Harry. Se siente cálido y tenso, perfecto para un cantante de rock que ama coger con su dolly.

—No te importaban mis piercings cuando los sentías en tu interior, ¿o sí? —bromea, arrastrando su mano hacia la espalda baja de Harry para acariciarlo un poco. Le gusta cuando lo tiene dócil, entregado a él—. Quiero verte, dolly. Necesito mirar tus ojos cuando te estés corriendo otra vez.

Harry gime ante las palabras de Louis, volviéndose loco por cada sensación nueva que trepa por su cuerpo antes de estallar en su pelvis.

Asiente apenas con la cabeza, y hace lo que puede para voltearse sobre la mesa.

Le tiemblan las piernas y el corazón le palpita a mil por hora. Siente que la respiración se le agita y que todo es culpa de tener a un hermoso cantante de rock recorrieéndole el cuerpo con su electrizante mirada azul marino.

Se relame apenas los labios, y tiene que ocultar una sonrisa cuando sus ojos se encuentran con los de Louis.

—¿Qué pasa? —pregunta, irguiendo la espalda. Sus piernas se mantienen de forma horizontal, creando un ángulo agudo con el suelo.

Louis niega con la cabeza. Una sonrisa lo delata por completo.

Harry apenas si se inclina hacia él para pegarle un leve empujón en el hombro.

—Estoy enamorado, dolly —Louis se confiesa. Un largo suspiro se escapa de sus labios después, como si se hubiera quitado un gigante peso de los hombros—. Estoy hasta las manos.

Harry traga saliva. Le parece insólito que Louis suelte toda esta cursileria ahora, como si fueran amortiguadores de un golpe que vendrá más tarde.

De todas formas, cree que no es momento de dejarse llevar por sus pensamientos erráticos, mucho menos cuando lo tiene ahí, con un par de piercings que se ha hecho sólo para complacerlo a él.

Separando las piernas, Harry las levanta y las engancha en la cintura de Louis. No hace muchos esfuerzos cuando lo empuja contra él para que caiga sobre su cuerpo.

Louis alcanza a poner las manos al costado de la mesa, manteniéndose erguido sobre Harry.

Sus labios se rozan, uno frente al otro.

Entreabiertos, dejan escapar suspiros ante la anticipación de estar tan cerca, de alcanzar a tocar con la yema de sus dedos el cielo que podría llegar a ser la oportunidad del primer beso.

Lentamente, Louis se alinea, dejando caer sus párpados por un segundo. Se permite sentir la sensación placentera de estar penetrando a Harry.

Exhala en el instante en que está completamente adentro, como si fuera la primera vez que lo hace.

Eso es lo que más le gusta a Harry. Siente que todas las veces que hace el amor con Louis, es igual de tierno y protector que la primera.

Aunque no lo merezca, él lo sigue haciendo.

Physical [L.S] ✔Where stories live. Discover now