DESPEDIDA 1/4

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Jungkook Junior miró al cielo que estaba de un color gris oscuro y totalmente cubierto. Sabía que llovería pronto, tenía que darse prisa en terminar.

Pasó la hoja deprisa y sonrió sin ganas, llegó su momento, ya lo había leído al igual que lo demás, pero como anteriormente pasó ante el sufrimiento de su padre, que no le vino de sorpresa y sin embargo lloró, sabía que ésto también lo haría llorar.

"A mi hijo, a mi descendencia, al que me salvó de todo. Fue ver su carita frente a la mía y me desarmó, me tuvo bajo sus pies desde ese momento, tan pequeño y tan grande a la vez. Sus ojos eran un poco más redondos que los mios pero tan negros como los de los Jeon, era la continuación de mi abuelo, mi padre y la mía. Pero con una diferencia, él nunca sería un integrante de la Mafia, nunca lo permitiría, mi niño me hizo entender que hice bien con cortar el hilo que nos unía a la cúpula.

Está siendo una ráfaga de aire fresco para mí, desde que nació tengo ganas de vivir, por él merece la pena seguir adelante, he dejado el dolor aparcado un poco, es difícil deshacerse por completo, pero al menos mientras las horas pasan a su lado no tengo esas malditas ansias de morir.

Será el bálsamo y la medicina para mi dolor. Te amo Jeon Jungkook Junior, vas a ser un digno hijo de tu padre".

Lloraba el pobre en silencio, sin hacer ruido alguno, Yangmi no pudo más y se levantó de su asiento para ir en su busca, se posicionó a su lado y lo abrazó.

—¿Por qué es tan duro ésto cariño? ¿Por qué no pudo ser de otro modo? —le decía a su futura esposa al oído.

—No sé, de verdad que no lo sé —las lágrimas de Yangmi Junior también salían sin control.

—Quédate a mi lado, ¿Vale? —la otra asintió y le agarró la mano.

Entonces vio que cerró el diario con la otra. Lo miró sin entender, ¿No había nada para su madre? Eso no podía ser, de ella seguro que había más que de ninguno.

—¿Jungkook? —le tiró de la mano para que la mirase.

Y bajó su rostro a ella y la besó, fue corto pero lleno de amor.

—No te preocupes te lo dejaré a tí sola, eso es tuyo ya que ella no está —le sonrió y la volvió a besar.

Se incorporó después y miró a todos los asistentes que se veían afectados, cada uno lidiaba en silencio con su propio dolor. Aquello había sido bueno después de todo, tenían que pasar página aunque sin olvidar nada, Jeon Jungkook el mafioso no podía ser olvidado. También estaba Yangmi, su eterno amor, ahora estaban los dos juntos sin pasar por ningún dolor. La eternidad era de ellos, la quisieron y la obtuvieron a su modo, algo cruel, pero esa fue su decisión y nadie tenía derecho a criticarla.

—Gracias a todos por haber venido, mi padre era un hombre justo que a todos nos apreciaba a su forma, no puede quedar en el olvido ni él ni ella, así que nos reuniremos todos los años en éste día, hablaremos de todo lo que vivimos a su lado —todos asintieron.

Jungkook Junior miró a Yangmi y le sonrió.

—También tengo que deciros que dentro de un mes será nuestra boda, estáis todos invitados, ya que no los tenemos a nuestro lado en un día tan especial, sois esa familia que ellos nos han dado —la alegría al final se instaló en el lugar.

La celebración sería un buen escenario para limar asperezas. Él siguió hablando.

—El diario ha sido leído, pero queda algo que seguro que todos estáis pensando que está ahí escrito, no lo haré, no lo leeré, porque la persona a la que van dedicadas esas líneas no está entre nosotros, así que solo se lo dejaré a su hija, es la que tiene que saber lo que pensaba mi padre de su madre, y lo hará en la intimidad, perdón pero creo que es lo más indicado.

Cogió el cuaderno que le quemaba en las manos por su contenido y se lo entregó a Yangmi.

—Toma cariño, ahora entenderás muchas cosas que te preguntabas....tu madre era su amor más preciado.

Yangmi lloraba una vez más. Hoy era un día triste y feliz a la vez.

La lluvia hizo al fin su aparición, todos se levantaron de sus asientos y se dirigieron hacia los coches. Jungkook Junior cogió a Yangmi y la arropó para poder salir también en busca del suyo que no estaba muy lejos.

Se sentaron los dos en la parte de atrás.

—Nos quedaremos aquí, estaré a tu lado, no quiero que te alteres, por favor, no quiero que nuestro bebé sufra, ¿Lo vas a intentar al menos? —la miró con una sonrisa— si no te lo tendré que quitar, lo siento no puedo correr el riesgo.

Ella lo abrazó, puso su rostro entre su cuello y se lo besó.

—¿Sabes que por ellos estamos juntos tú y yo?

—Claro que lo sé, a veces me siento mal por todo lo ocurrido —al fin le dijo Jungkook Junior lo que llevaba pensando desde aquel fatídico día.

—No es nuestra culpa cariño, fue el destino, ellos ya estaban predestinados a estar juntos de ese modo, piensa que si no nos hubiésemos conocido jamás se hubieran vuelto a ver, pasarían los años llorando uno por el otro y hubieran muertos de viejos con la sensación de que se habían abandonado mutuamente.

Se miraron a los ojos por un rato y luego ella abrió el diario para saber qué decía Jeon Jungkook de su madre.

La primera línea que encontró le impactó.

"Mi amor por tí es como la brisa de un mar embravecido, pega tan fuerte que me hace no poder respirar....

Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora