XXVIII

6.4K 436 24
                                    

JUNGKOOK

—Jungkook hay algo que tengo que contarte —vino Kendall hacia mí cuando estaba sentado en la parte superior del club esperando a que llegase con alguna información sobre Sunhee.

Se sentó frente a mí.

—¿Ya te han contado algo? ¿Has ofrecido el dinero que te dije? —hoy me encontraba ansioso.

Quería saber qué le pasó a la hermana de Yangmi, ella se fue de mi lado creyendo que no hice lo suficiente por encontrarla, y eso no era cierto porque llevaba mucho tiempo y dinero gastado con todo éste maldito asunto.

—Hay una puta de lujo buscando información al igual que nosotros y ya sabe que estamos aquí, sabe también que hemos ofrecido dinero a cambio —lo miré molesto.

—Joder, que pronto corren las noticias, esas tienen a los informantes antes que nosotros de su lado, mi dinero no vale nada ante una mujer impresionante, porque no dudo que lo sea.

—Pues quiere tener una cita contigo Jungkook.

—¿Conmigo? ¿Me conoce o algo así para querer tener un encuentro?

—No creo, es nueva por aquí, nunca la habían visto, ella quiere información sobre la hermana de Yangmi también y al enterarse que tú buscas lo mismo a querido un encuentro íntimo contigo. Quiere esconder sus reales intenciones ofreciéndote sus encantos de mujer —dijo Kendall riendo— pero el tipo ha largado todo en cuánto que le ofrecí dinero para sus vicios. Esos no se casan con nadie.

—¿Dónde se encuentra? Iré a verla —me levanté rápidamente.

—Está en las habitaciones privadas, en la 202, pero antes de irte tengo que decirte otra cosa que me ha sorprendido mucho —se puso frente a mí y su cara era de advertencia.

—Dime ¿Que cosa es?

—Me han dicho que es de estatura pequeña y con el pelo castaño claro largo —me miró atentamente esperando mi reacción, yo sabía a lo que se refería.

Tragué fuerte porque mi pecho se agitó tanto que tuve que respirar un poco más antes de contestar.

—Kendall no puede ser, Yangmi nunca sería una puta. ¡Dime que no es ella! —mis entrañas estaban revueltas, ¿Ser una mera prostituta era mejor que estar a mi lado?

—Calmate, no lo sé, no la he visto pero me han dicho sobre su aspecto y se me vino ella a la mente. También dicen que su cuerpo es espectacular, en éstos años no sabemos lo que ha estado haciendo ni cuánto habrá cambiado —yo moría con cada palabra suya. Necesitaba verla con urgencia.

—Me voy. Tengo que verla, ya no puedo esperar más sabiendo lo que me has contado, estoy ansioso por ver su rostro, si está viva seré el hombre más feliz del mundo —me separé de su lado y cogió mi brazo con fuerza para que parase.

—No soy nadie para decirte ésto, pero si es Yangmi ya no es la del pasado, puede ser peligroso estar a su lado, no sabes quién la controla ni vigila ahora —me estaban doliendo sus palabras—. Ya no será la chica tímida que tenías retenida en la mansión Jeon.

Sus palabras eran tan ciertas que fueron dagas que se pincharon en mi corazón. Pero con que estuviese viva tenia suficiente, aunque también me dolía saber que todos disfrutaban de su cuerpo, yo nunca quise tocarla para que no se sintiera usada por mí y si fuese ella la prostituta que me esperaba, me dolería enormemente.

Respiré hondo y asentí ante la verdad más absoluta.

—Iré y tendré cuidado no te preocupes —me fui con una sensación de derrota tal que me tenía tan entusiasmado como asustado.

Llegué hasta la habitación 202, ante la puerta estaba y nunca había temblado tanto. Toqué dos veces.

YANGMI

—Adelante —estaba sentada entre penumbras en una silla con mis piernas cruzadas esperando que entrase el hombre que ni sabía cómo era su aspecto.

Mi pistola la tenía bajo control, debajo de mi vestido por si tenía que usarla.

Lo vi entrar intentando divisar donde me encontraba, quería ser yo la primera en ver cómo era, así estaría en ventaja por si tenía que tomar medidas desesperadas.

Pero mi cuerpo colapsó por completo al ver entrar a la persona con la que soñaba todas las noches en la soledad de mi habitación.

Era Jeon Jungkook el que entraba en éste momento al interior para hacerme sentir miedo y amor al mismo tiempo. Una sensación que se quedó en ese tiempo que estuvimos unidos.

Mi respiración se volvió agitada y mi mente estaba bloqueada sin saber qué hacer.

—Vaya mierda de club que ni luz tienen en sus habitantes —dijo con la voz que me recordó mi existencia pasada de golpe, amaba su voz podía decirlo sin tapujos, lo amaba todo de él ¡Maldita sea! Era mi señor Jeon, iba a morir sin poder remediarlo.

—N-no funciona —dije nerviosa— así q-que espero que no le m-moleste —estaba siendo patética ¿Se acordaría de mi voz? ¿Cuando me viera cómo reaccionaria?

—Para poder disfrutar de su cuerpo en éste momento y darle placer como vengo dispuesto a hacer, no nos hace falta luz...créame señorita  —dijo todo sensualidad personificada con voz ronca y de deseo.

¿Eso le decía a todas? Me entraron unos celos terribles al momento.

Se acercaba a mí y me levanté rápidamente de mi asiento.

—Ya la veo —paró en seco, tan cerca estaba que ya podía ver mi rostro, se quedó mirandome fijamente sin decir nada.

Allí estábamos después de cuatro años, dos personas que ya no eran las mismas del pasado pero que mi corazón no entendía de eso porque respondía con mucha más intensidad que antes.

—Me han dicho que quería estar conmigo ésta noche señorita, no sé si nombre perdóneme.

—Selena —dije rápidamente.

¿De verdad no me había reconocido? ¿Tan cambiada me encontraba? Me entró una gran tristeza  que me duró muy poco. Lo vi acercarse lentamente a mí de una forma tan atrayente que me quedé allí esperando su llegada.

—Eres muy bonita —dijo en una actitud de deseo y me ganó por completo. Ya no tenía que decir nada más, ya podía hacer conmigo lo que quisiera hacer.

Tocó mi cuello con su enorme mano y apretó un poco, besó mis labios tan desesperadamente que recordé el primer beso que me dió aquella noche en su habitación.

Me pegó a la pared con fuerza y hundió sus labios en mi cuello para besarme con intensidad, chupó con fuerza y emití un pequeño grito ahogado por el dolor que me produjo su acción dura y de posesión absoluta.

Se separó de repente para mirarme con una mirada tremendamente oscura. Jadeaba sobre mi boca y yo contra la suya.

—¿Ésto es lo que te hacen los hombre Yangmi? ¿Ésto es lo que deseas que te hagan? ¿Por eso te metiste a puta? —decía con tanta rabia que me hizo un daño tremendo.

Sus palabras querían herirme, él sabía quién era yo desde el principio. Lo separé de mí golpeando su pecho con todas mis fuerzas y vi que se le pusieron los ojos rojos.

¿Iba a llorar?...




Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora