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Yangmi estaba al lado de Yoongi junior muy nerviosa, que hubiera cedido ante Jungkook sobre quedarse allí no significaba que no estuviera asustada por su hija y por los demás, si le pasara algo a Jungkook no podría vivir en éste mundo, ella moriría a su lado, si ese fuera su destino lo recibiría de ese modo sin rechistar, en éste momento quería ir corriendo junto a él, pero no lo hizo allí se quedó sin decir nada.

Los otros soldados que quedaron vivos, que fueron pocos, tuvieron que trasladar a la superficie a los heridos de la explosión, si los dejaban allí morirían, solo estaban Yoongi Junior y Yangmi esperando allí a que todos volvieran.

—Señora no se preocupe, pronto estará junto a su hija, mi padre me ha contado muchas cosas del señor Jeon —dijo el chico con admiración.

Ella lo miró y asintió— El señor Jeon es un hombre único, los traerá sanos y salvos....lo sé —le contestó orgullosa.

Pero algo no estaba saliendo bien, eran observados por alguien desde no muy lejos. Por otro de los pasadizos que había en la cueva había escapado el anciano y el otro hombre de nacionalidad china, rodearon a Jungkook por un pasillo estrecho contiguo a donde llegó él hasta los Juniors sin que se diese cuenta que caminaban por allí despavoridos.

Viéndose el tipejo perdido su única carta para salir victorioso era Yangmi, le tenía ganas, desde ese tiempo que se había inmiscuido en la cúpula mafiosa quería verla de frente y ahora estaba cerca suya, solo pensaba en matarla, con eso le haría un daño enorme a Jeon Jungkook, sería peor que la muerte para él y eso lo hizo disfrutar del momento. Dando una orden al que lo acompañaba esperó ansioso a un lado de la cueva.

El tipo de nacionalidad china corrió hacia Yoongi junior que estaba de espaldas mirando hacia ella, tenía que entretenerlo y matarlo, esa era la orden que recibió.

—¡Yoongi! ¡Detrás tuya! —gritó ella.

El chico se volvió y vio al otro querer saltar sobre él con un cuchillo de grandes dimensiones. Pero era un luchador, estaba entrenado para matar por su padre desde pequeño, así que con su brazo paró el cuchillo para que no le atravesara el pecho, eso le hizo ganarse un corte bastante profundo. El otro cayó al suelo dándose un golpe contra la pared de roca.

—¡Malditos chinos! —gritó y tapó con su mano la sangre que chorreaba por su brazo abajo.

Yangmi corrió hasta él asustada quería saber si era grabe pero Yoongi la echó a un lado con fuerza cuando vio al otro volver a levantarse, ella cayó al suelo y se dió un golpe en su pierna enferma.

—¡Ahhh! ¡Duele! —se cogió la pierna con fuerza por el enorme dolor que sentía.

Y en ese momento que Yoongi luchaba por matar al otro cogieron su pelo con fuerza y la arrastraban por el tosco y áspero suelo. Ella miró con dolor hacia arriba y vio al anciano que aunque mucho más viejo lo reconocía, con dificultad la arrastraba éste y ella sabiendo que no tendría fuerzas por su avanzada edad si conseguía levantarse, cogió su mano y tiró de ella, el otro cayó al suelo a su lado.

—¡Maldita seas mujer! —le gritó.

Yangmi se levantó aún doliendo horrores su pierna y con rabia le dió un puñetazo en la cara.

—¡Maldito seas tú! —le dijo con rabia.

El otro que no quería perder en todo ésto sacó su bastón que estaba debajo de su cuerpo y le dió a un pequeño botón que había en la empuñadura, de éste salió la punta de una daga afilada.

—¡Dije que te mataría y lo haré perra desagradecida! —y sin más se la clavó a Yangmi en el estómago, le atravesó el cuerpo en una milésima de segundo.

Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorWhere stories live. Discover now