†84†

2.6K 199 69
                                    

Despierto y lo primero en que pienso es en que queda un día menos para que nos vayamos. Estamos en una playa desierta sin que nadie nos moleste, compartiendo cama y siendo solo amigos. Me gusta estar aquí, a solas con Draco.

Y hablando del rubio...

Me aparto un poco y me doy cuenta de que sigue abrazándome, aunque todavía está dormido. Como no quiero despertarle, sonrío y disfruto del abrazo mientras pienso en... nada.

No pienso en nada porque Draco me hace estar así: tranquila. Me relajo entre sus brazos y me quedo dormida de nuevo.

Más tarde, cuando despierto, Draco se encuentra acariciando mi cabello. Me sonrojo cuando nuestras miradas se cruzan, pero él sonríe ampliamente y me besa dulcemente en los labios.

— ¿Alguna vez te he dicho lo bien que me haces por las noches?

Encaro una ceja.

— ¿En qué sentido? —pregunto.

Él se ríe y me da otro beso.

— Si duermo cerca de ti, duermo bien. Sin pesadillas ni mierdas.

Agacho la cabeza y sonrío levemente.

— Por eso intento que duermas conmigo desde el primer día —me confiesa.

Levanto la cabeza, sorprendida.

— ¡Por eso durmiste conmigo la primera noche que pasé en Hogwarts! —exclamo, imitando a Castle cuando averigua qué sucede en un caso.

— Por eso mismo —confirma Draco asintiendo con la cabeza—. Y ahora, ¡a desayunar!

Cuando terminamos de desayunar, Draco manda a un elfo a que lo limpie todo y me coge por la cintura y me carga al hombro como un saco de patatas. Me saca de la tienda y le da la vuelta, en dirección a la playa.

— ¡Draco! ¡Que no tengo el biquini puesto!

— Pero tendrás ropa interior, ¿no? —inquiere él.

Me ruborizo.

— Pues... No.

— Entonces, ¡mejor! —exclama él, soltando una risa divertida.

Lo maldigo mentalmente hasta que llegamos al agua. Me lanza y me chopo entera. Genial, no hay nada mejor para empezar el día que mojarse el pijama. Me pongo en pie y observo que el agua me llega por la cintura. Miro a Draco y veo que se está desnudando.

— ¿Qué haces? —le pregunto cuando veo que ya está a punto de quitarse los calzoncillos.

— ¿Qué te crees que hago? —pregunta con chulería—. Estoy dejando que veas mi hermoso cuerpo.

— ¡Imbécil! —protesto entre risas.

Al final, se quita los calzoncillos y cuando lo hace, pone los brazos en jarras y me mira con una sonrisa de medio lado.

— ¿Has visto que trompa tengo? Ni Cormac podría igualarme.

— Cállate, Sin Chán —le ordeno, y suelto una carcajada.

— ¿Sin qué? —pregunta Draco, confundido.

Se mete en el agua y avanza hasta mí.

— ¿Quién es ese?

— Es un dibujo animado muggle.

— ¡Ah...! —suelta, claramente aliviado.

— ¿Qué te pensabas que era? —frunzo el ceño y me cruzo de brazos.

— Un primo tuyo o algo así —dice quitándole importancia al asunto.

— Sí. Mi primo el japonés. ¡Anda que...! —y estallo en risas.

— Vamos a quitarte eso —dice Draco mientras mira mi pijama.

— ¿Por qué? Estoy bien así.

— Yo no digo que no sea sexy que se te vean los pezones, pero me gustaría verlo todo.

— ¡¿MIS... PEZONES?! —exclamo, y miro hacia abajo.

Mierda.

¡El pijama se clarea por culpa del agua!

Me cruzo de brazos para taparme, pero Draco me coge las manos y entrelaza sus dedos con los míos y pone nuestros brazos a los lados. Me mira los pezones que se clarean y sonríe de medio lado.

— Quiero morderlos —dice, y de pronto, se ponen duros.

Joder. Joder. Joder.

¿Por qué tiene que crear este efecto en mí?

Draco se inclina sobre mí y acerca su boca a la mía.

— Vamos, ¡sé que quieres! —susurra.

Y por el cuerpo me corre esa electricidad que sólo él provoca.

— A-mi-gos —le recuerdo.

Él bufa, molesto, y se aparta de mí.

— Joder, la tengo dura, ¡solo un poco! —me implora con ojos de cordero.

Sonrío de lado y acerco mi mano a su entrepierna. Joder si está dura...

— ¿Vas a hacer lo que creo que vas a hacer? —pregunta con los ojos iluminados.

La masajeo un poco y oigo cómo gime Draco, con los ojos cerrados.

Pero entonces me aparto.

— Los amigos no hacen eso —digo, y me sumerjo en el agua para dejarle más mojado que antes.

Y más cabreado.

Y más caliente.

ENTRE MUGGLESWhere stories live. Discover now